Me encanta mi profesión, es algo que lo he dicho y escrito cientos de veces. Tanto, que cuando vuelva a nacer me pido ser periodista deportivo otra vez y escribir cada día en el mismo periódico. Busco comunicación y no voy más lejos, como dicen las canciones de Leño. Pero como supongo que les pasa a todos, -abogados, camareros, fontaneros, matemáticos o barrenderos-, hay días en que se te queman las rosquilletas.

No tengo especial interés en que me crean, simplemente siento la necesidad de contarlo, y lo que quiero decirles es que a veces es más duro de lo que puede parecer soportar según qué cosas. A mí me han llamado de todo, lo último ha sido 'periodista de bufanda', algo que por otra parte nos sirvió en SUPER para ponerle nombre al programa de información y tertulia que hacemos cada lunes a las 13:30. No sabíamos qué nombre ponerle y nos vino de perlas: La Bufanda.

Pues bien, estén atentos. Rueda de prensa de Rodrigo con la selección española y esta es una de las preguntas que le hace un periodista de la capital, de esos que creen tener al rey en la barriga solo porque la casualidad quiso que nacieran en el centro: «Rodrigo, has dicho como tres o cuatro veces en la rueda de prensa que has hecho buena temporada, no sé si sientes que hay más ojos puestos sobre ti, o sientes que hay algo más de presión, o la necesidad incluso de justificar que estés con la selección por el hecho de que a lo mejor el puesto de delantero era el que había más dudas a la hora de dar la lista». No les diré la respuesta porque no me da la gana, pero les aseguro que la cara de Rodrigo era de estar hasta las narices del asunto.

Y ahora diré qué me parece la pregunta. Por una parte la pregunta lleva un mensaje implícito que es el que el periodista tiene en su cabeza. Se parece a la teoría de las categorías de Kant que yo prefiero explicar con mi teoría sobre Iker Jiménez, esa que dice que cada uno encuentra lo que busca; si te vas a una alquería abandonada en medio de la huerta a las cuatro de la mañana buscando voces y ruidos extraños en la oscuridad para grabarlos como si fuesen psicofonías, alguno captas seguro. ¡Es pura sugestión! Y eso le pasa al periodista, que escucha a Rodrigo y le da la sensación de que se está justificando por estar él en la selección y no Álvaro Morata, y las palabras de Rodrigo le dan esa sensación porque él, el periodista, cree que en la selección debería estar Morata y no Rodrigo, y que debería pedir perdón por ello. Por otra parte, ¿cómo no van a sentir presión si preguntan por Morata a todos los futbolistas de la selección? Es de cajón.

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