Ha llegado el momento de enfrentarme al primer artículo sobre el centenario del Valencia CF. Les he de ser sincero, me daba mucho vértigo escribir sobre él. Me abrumaba una reflexión: elevar mi gusto personal a la categoría de crítica. Y todo por las muchas reacciones que leía y escuché sobre el acto inaugural. Que si la camiseta no me gusta, que si el pantalón blanco, que si el acto fue corto, que la canción del centenario es demasiado típica... Les seré sincero, a mi personalmente me tocó mucho las narices que la canción sobre el centenario no se presentara en valenciano. Mucho. ¿Y qué? ¿Es justo que centre la crítica en que no haya versión en valenciano de la canción? ¿No es demasiado pequeño mi gusto personal sobre una canción o una camiseta comparado con los cien años de historia de la sociedad civil más importante de la Comunidad Valenciana? Qué digo pequeño, ¡mi opinión personal es insignificante! ¿Pero qué mas dan el himno, la camiseta y el color de los pantalones joder? Y ahí andaba yo en esos días de vacaciones, sin saber cómo enfrentarme al tema porque la reflexión anterior me tenía atenazado.

Supongo que tendrá que ver también que por fin me había atrevido con La Balada del Bar Torino, libro que me habían recomendado muchas veces. De repente vi un ejemplar en el despacho de Julián Montoro y aprovecho estas líneas para decirle que lo tengo yo y que ya se lo devolveré, que pocas cosas me dan más rabia en esta vida que dejar un libro y que no te lo devuelvan. Ya no dejo libros. Pues eso, que leer a Rafa Lahuerta contar su relación con el Valencia CF y tener que escribir un artículo sobre el centenario al mismo tiempo es una putada porque lo normal es que hagas el ridículo. Pero el tuittero @jamacuco70 me sacó del atolladero: «En este año de celebración del Centenario del Valencia CF sólo pediría una cosa al valencianismo: que disfrute. Recordemos nuestro pasado, nuestra gente, nuestras historias... No hemos sido perfectos, ni lo seremos. Pero somos nosotros y nos debe servir para unirnos y crecer». Vicente Molins, al que tan bien se le dan l,os eslóganes, lo resumió en que conviene tener la actitud de celebrar, que se entiende mejor pero es menos poético. Y eso digo yo también, celebremos que el Valencia CF nos ha elegido para toda la vida que cien son muchos años. Por mi parte, me quedo con mi frase favorita: «El Valencia CF no es otra cosa que los recuerdos y las experiencias personales de todos aquellos que lo sufren y disfrutan cada día».

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