Se llama Jesús y era un valencianista anónimo hasta que le ha dado la gana a Pedrerol. Desde que se ha convertido en un referente informativo en España Josep juega a ser poderoso. Ahora él decide qué está bien y qué está mal. Y curiosamente al día siguiente de que el Tito Floren renunciara al fichaje de Rodrigo Pedrerol aprovechó una imagen de Jesús en Mestalla para atizarle también al Valencia CF, aunque fuese de refilón, y eso es, precisamente, lo que me mosquea, que el palo al Valencia estaba rebuscado. Si el Valencia hace algo mal, es lógico que se le critique pero si algo tiene Josep es que no es tonto. Juega a hacerse el simpático con el valencianismo por puro mercado por ello no va a criticar al Valencia CF por defender sus intereses y pedir la cláusula de rescisión de Rodrigo.

Repito, Josep no tiene un pelo de tonto. Al contrario, es retorcido y listo. Y aprovechó que el Pisuerga pasa por Valladolid para atizarle al Valencia. Y todo porque Jesús celebró en Mestalla un gol con su hijo Jesusín en la grada familiar. Ojo, matiz importante: en la GRADA FAMILIAR. El caso es que Jesús aparece en una fotografía levantando al niño con los dos brazos tras el gol de Rodrigo al Atlético como la famosa imagen del Rey León y el ciclo sin fin. Antes de seguir les recuerdo que hasta una fotografía puede mentir, quiero decir, que si me haces una foto desde abajo mientras me tiro a la piscina, puede parecer que estoy volando, y les aseguro que por más que lo intento, siempre termino cayendo al agua de 'panxotà'.

Pues bien, basándose en la foto, Pedrerol poco menos que acusó a Jesús de incauto, porque la manera en que dice en la televisión "la imagen de un padre celebrando el gol de Rodrigo levantando a su bebé" tiene un tono casi inquisitorial. Como lo es convertirlo en noticia y en polémica diciendo que es el Valencia quien ha distribuido la fotografía en las redes sociales... ¿entienden ahora lo de retorcido? Levantar a un bebé con las manos no es pecado, y hacerlo para celebrar un gol del Valencia CF menos. Zarandear a un bebé es otra cosa, y desde luego no lo que sale en la ya famosa fotografía. En el fondo me da pena Josep porque jamás entenderá que esa imagen representa el estado de ánimo del valencianismo, algo que se transmite de padres a hijos... Y todo por no venderle a Rodrigo al Señor Castor por 60 millones. PD: Y Vinícius al Castilla. Ale, a tragar.