Hay un debate interesante en el que me apetece chapotear: El valencianismo y la ilusión. Y no, no se piensen que voy a intentar convencerles de que han de ilusionarse porque el Valencia CF ha hecho una buena plantilla y bla, bla, bla. Y sí, yo estoy a tope de ilusión porque soy facilón a muerte. Y me gusta. Me subo a la palmera rapidito. Y me caigo y vuelvo a subir. Soy una especie de Ave Fénix estúpido que le da lo mismo renacer cada día con tal de estar en lo alto de la palmera. O como esa mosca pesada que va al brazo, la espantas y vuelve al brazo y la espantas y vuelve al brazo y así toda la tarde.

De hecho, un día hasta llegué a entender el mecanismo mental que hace que una mosca sea gilipollas y se empeñe en volver cada dos segundos al sitio del que la estas espantando. Les explico: la mosca no tiene inteligencia, solo sentidos, y si en el brazo tienes azúcar, ella lo que hace es detectar con el olfato -o con lo que sea- el azúcar, y se va a por él. No tiene memoria ni inteligencia con las que hacer una simple causa efecto de «si me han espantado tres veces del brazo por ir a por el azúcar, si vuelvo me volverán a espantar». Puese ese soy yo, una especie de mosca de la felicidad que se levanta cada día y dice «hoy ganamos 0-3». Un yonki de la ilusión.

Los hay que detestan la ilusión de principios de temporada y no les gusta subir a la palmera en septiembre por si se caen en febrero. Son gente que se ilusiona pocas veces pero cuando se ilusiona se ilusiona mucho y claro, el golpe es tremendo. En el fondo, y con cariño, son unos cagones porque han terminado por tener miedo a ilusionarse... «hemos ganado, pero no me quiero ilusionar que luego es peor». No olvidemos a los que ganamos un partido y somos campeones de Liga y perdemos el siguiente y somos la banda del bombero torero, y los que ganas la Liga y siguen 'reguinyant' porque el entrenador no tiene ni idea. Conozco un barcelonista, 'mon tio Vicent el Dàtil', que a día de hoy sigue empeñado en que «eixe Iniesta no val res». Lo juro. Si lo piensas, hasta los que van a Mestalla pensando 'a vore qué mos fan estos hui' lo hacen con su particular versión de la ilusión, porque no fallan un día. Son como la mosca que va a Mestalla sin saber porqué y hasta oliendo la derrota. Llámalo militancia. En definitiva, creo que el fútbol se mueve por la ilusión de ir a ver a tú equipo y que cada uno se ilusiona como le da la gana, pero eso es una cosa, y otra decir que los aficionados que se ilusionan con que el Valencia este año haga algo bonito son estúpidos. No te pases Picapiedra...