El día a día del periodista deportivo te permite pocos respiros, por lo menos a mí. A veces creo que soy como un hámster en una rueda de esas que giran y giran sin parar y te metes en ella y cuando te das cuenta ha pasado una semana tras otra. Y dentro de la rueda todo sucede tan deprisa y a veces tan monótonamente aburrido, que a menudo pasan noticias importantes o jugosas por delante de tus narices y no las valoras. Es el frenético día a día. Y me ha vuelto a ocurrir. Un día de tantos se anuncia que el Valencia jugará un partido amistoso ante el Alcoyano pero sigues andando en la rueda hacia ningún lugar. Vuelta tras vuelta. "Vale, pues un amistoso". Y llega la semana en cuestión y de repente te das cuenta que el miércoles es el partido ante el Alcoyano pero tampoco te paras, sigues en la rueda, como la canción de Maniática, «la rueda sigue siempre en la misma dirección, guiándote".

Y termina el partido y solo te has fijado en sin Kangin ha hecho algo, en la galopada de Ferran y en su gol, en que Parejo ha vuelto a perder balones innecesarios y peligrosos y que ParejoGameiro. Si hasta hay una trifulca entre aficionados y no le prestas atención. Y de repente, alguien dice que ese partido, que se ha disputado con motivo del 90 aniversario del Alcoyano, ha hecho valencianismo. ¡Ahí es cuando se me enciende la luz y salgo de la rueda del hámster con un salto! Y veo que en cuanto el colegiado pita el final del choque, el terreno de juego se llena de niños que corren tras los futbolistas para hacerse fotos con ellos, saludarlos o lo que sea. En la grada hay aficionados que viven lejos de Mestalla y para los que el partido es una oportunidad de ver a sus ídolos, a su equipo. La aldea global en que internet ha convertido el mundo tiene una falsedad detrás.

Es cierto que es fácil acceder a la información y que desde casa puedes comprar una guitarra eléctrica que has visto en una tienda de Australia, pero detrás de esa falsa cercanía, se esconde una manera simple de ver la vida, se pierden matices y se cae en lo monótono, lo simple y lo igual, lo viral, lo que está de moda. Y eso en fútbol se llama Real Madrid y Barcelona. Es muy difícil que un equipo como el Valencia CF se cuele en entre los algoritmos de Messi y MessiCristiano tiene que intentarlo, pelearlo y adecuarse a las nuevas tecnologías, cosa que está haciendo y hasta me atrevo a decir que lo está haciendo bien, pero, o definitivamente me he hecho mayor y no me adecúo a los nuevos tiempos, o más importante que las redes sociales, las aplicaciones en el teléfono móvil y que haya wifi en Mestalla, es el autógrafo que Jaume Doménech o Ferran Torresle firmaron el otro día a un niño en Alcoi.

No soy tan estúpido como para insinuar que el Valencia CF ha de olvidarse de la tecnologías y las nuevas formas que ofrecen para acercarse a sus aficionados, aderezado con eso que se llama BIG DATA, más que nada porque yo mismo tengo Twitter y me acabo de hacer una cuenta en Instagram aunque todavía no he sido capaz de publicar una foto que no tenga que ver con el Valencia CF, lo que digo que debemos profundizar en lo nuevo sin olvidar el ejemplo del amistoso en Alcoi. Y hoy, irremediablemente me acuerdo del caos que se montó en mi pueblo cuando se inauguró la Peña Valencianista y acudieron a inaugurarla Aduriz y Pablo Hernández tuvo que sacarlos la policía de la Casa de la Cultura de tantos niños que había. De aquella anarquía nacieron niños que esa noche soñaron con los jugadores del Valencia CF. Eso se perdió y tal vez el club no lo vuelva a recuperar, pero haríamos bien en saber extraer la sustancia de lo que pasó el otro día en El Caollao. Hoy Alcoi, mañana quién sabe. Ya lo dijo Leonard, primero tomaremos Manhattan, después tomaremos Berlín.

Padre, lo de Isco

IscoDaré mi opinión sobre lo de Isco, el periodista de El País, al que el centrocampista de la selección se ha negado a contestarle una pregunta en rueda de prensa. Me gusta que un jugador sea sincero y diga lo que piensa y que se lo diga a la persona en cuestión a la cara. Mejor eso que esconderse detrás de vaguedades. ¿Podía Isco solucionar el problema en privado? Sí, pero las críticas de los periodistas son públicas y por lo tanto tenemos que aceptar que nos critiquen en público. El mismo derecho tiene Diego Torres de publicar y opinar lo que quiere que Isco de decir lo que dijo. Yo eso no lo veo tan grave, repito, hasta me parece saludable para el oficio de periodista. Aceptemos las críticas.

Pero de todo lo que he escuchado al respecto de la respuesta de Isco, lo que más gracia me ha hecho ha sido ver a determinados periodistas y desde focos del nacionalmadridismo más puro, decirle a Isco que se equivoca si cree que la prensa está para ayudar a la selección, «nosotros estamos para contar las cosas». ¿Perdona? Vosotros estáis para contar las cosas que pasan en el Real Meseta y para contarlas de una determinada manera, que yo llamo nacionalmadridismo y otros llaman Central Lechera o Caverna, lo que me faltaba es que gente que se dedica sistemáticamente a barrer a favor del Real Meseta y bombardear todo lo que no tenga que ver con él, acuse a Isco de pedir que la prensa tiene que ayudar a la selección. Si lo piensas, el único que no engaña es Isco, él está acostumbrado a que en el Real Madrid esos mismos periodistas y medios de comunicación les ayuden en todo. Desconfíen de un periodista que se pone digno cuando habla de la profesión.

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