Es tiempo de mirar al presente sin miedo, de afrontar el futuro analizando qué se ha hecho mal en el pasado para corregir la dinámica. El Valencia CF porque aunque menos que, el técnico sigue teniendo crédito entre los aficionados y entre los que deben tomar las decisiones más drásticas. Esto es solo una sensación personal, pero si el entrenador no se llamase Marcelino García Toral. Y sinceramente, me alegro de que no sea así pero repito, para encontrar la solución conviene analizar qué se ha hecho que no ha resultado, y sobre todo, Marcelino ha de ser consciente de que él es como la mujer del César, que además de ser honrada debía aparentarlo.

Debe ser consciente de que sus decisiones han de ser vistas por los futbolistas como justas y no caprichosas. No digo que sus decisiones sean caprichosas, digo que a ojos de los jugadores no han de parecerlo. En este momento lo considero vital. Al Valencia le pasa es que sus cuatro mejores futbolistas no están, Guedes, y Parejo y ParejoRodrigo Y eso es tan evidente como que la receta de Marcelino con Parejo y Rodrigo no ha funcionado. Y paralelamente tenemos que Rodrigo sí da la cara en sala de prensa y se moja pero Parejo no entra en sustancias y dice bobadas que no hacen más que agitar el entorno, al tiempo que a ojos del mundo parece y mucho que es el protegido de Marcelino.

El técnico le ha dado las llaves del vestuario a Parejo pero en la derrota se mojan más Soler y Gayà. Eso no es un vestuario ordenado y creo que de ahí emergen algunos de los males. No digo que el vestuario reclame la suplencia de Parejo, pero el entrenador no reparte palos y zanahorias por igual. ¿Si Rodrigo es tan importante, además de internacional, cómo ve él que le toque caer a banda para que Gameiro y GameiroBatshuayi jueguen en la delantera? Sé que a estas cosas se le da importancia en las derrotas y se obvian en las victorias, pero es que es en la derrotas cuando salen a relucir. Y el desorden dentro genera un equipo que sobre el césped corre mal, porque no me parece normal que Gayà termine el partido ante el Leganés aparentemente al borde del colapso. Llegados a este punto, dentro se han de analizar las cosas en frío, y a partir de ahí, futbolistas y entrenador ser valientes y estar unidos para sacar el equipo adelante. Esa es la receta.