Si alguno todavía no lo tenía claro, supongo que ya no tendrá dudas. El Valencia no quiere tirar a Marcelino y si lo hace será obligado por los MarcelinoresultadosPero conviene no pasar por alto algunas cosas que han sucedido en los últimos días. Que salgan Rodrigo, Parejo, Gayà y Santi Mina defendiendo al entrenador de manera tan evidente no puede ser casual, de hecho, me atrevo a decir que es causal y orquestado, es decir, queRodrigoParejoGayàSanti Mina los pesos pesados del vestuario lo han hecho con una intención evidente, que no es otra que salvar al entrenador. Y hasta estoy convencido de que se lo han dicho a Mateu en privado, pero cuando lo dicen también en público es porque tratan de presionar al club para que no despida al técnico. Y no me parece mal, creo que es bueno que los futbolistas muestren tal nivel de compromiso, prefiero eso a que les dé lo mismo si cae el entrenador, pero una vez más estamos en mi ya mundialmente conocida 'teoría del pachuli', aquello de que el amor no se declara, se demuestra. Que no vale con decirle a tu pareja te quiero mucho, lo que hay que hacer es demostrarlo, que de nada sirve si le escribes todos los días poemas de amor por washap si llegas cada noche a las tantas de la madrugada, cocido y oliendo a pachuli. Pues eso, que aplaudo a los futbolistas por mojarse por el entrenador en público, pero ahora hay que demostrar que quieren que siga siendo entrenador del Valencia CF De nada vale lo que dicen si no se elimina al Sporting de Gijón y sobre todo, si no le ganan al Celta de Vigo y al Villarreal. La mejor manera de pedir que no tiren a Marcelino es ganar. Y llegados hasta aquí, toca reflexionar sobre la reacción de Mestalla, y el hecho de que no se manifieste contra Marcelino a pesar de lo flojos tirando a peligrosos números del equipo. Algunos lo ven como un síntoma de que el club se ha empequeñecido y enarbolan la bandera de la exigencia, y otros creen que es una reacción madura y realista. Jugar a interpretar porqué hacen o dejan de hacer lo que hacen o dejan de hacer 40.000 personas juntas en un mismo recinto tiene su peligro, pero para empezar diré que la disparidad de opiniones ha de servir para que entendamos que cada uno vive el valencianismo a su manera y que todas son puras y verdaderas, pero me haré mi diagnóstico: creo que la gente tiene pánico a que con un cambio de entrenador, el equipo se meta en la zona de descenso. Fueron dos años muy duros y la pesadilla sigue fresca en la memoria de todos.

Más opiniones de Carlos Bosch.