El caso de Ferran Torres y en ese 'todos' estamos también los periodistas, por no decir que estamos, fundamentalmente, los periodistas. Pero sucede que en el fútbol las caras nuevas tiran mucho, y cuando tus fichajes son Batshuayi, Gameiro, Piccini, Diakhaby, Wass y BatshuayiGameiroPicciniDiakhabyWassCheryshev

Y la frontera entre las ganas excesivas y las prisas es muy fina, y de ahí a la decepción hay un paso. Tal vez, no lo sé, a Ferran le esté costando sacar el talento más de lo que todos esperábamos, pero eso es una cosa que puede tener explicación, y otra muy diferente es pensar que ya no sirve. Dicho esto, ambos futbolistas están para aportar soluciones al equipo. No digo que para ser titulares en Liga, pero sí con las suficientes ganas y talento como para ser una alternativa más para el entrenador. Tiene razón Marcelinocuando dice que ellos no pueden ser los salvadores, que para eso están los veteranos, pero él ha de ser capaz de encontrar el equilibrio de poder sacar el jugo que ambos futbolistas le pueden dar, teniendo claro que Ferran, por edad y experiencia, está un paso por delante.

La realidad es que a ahora, el entrenador tiene dos herramientas con las que hace dos meses no contaba. Por otra parte, en esto del fútbol hay códigos internos, leyes no escritas y casi innatas o llámalo como quieras, que son iguales en todos los sitios. Y una dice que cuando eres un canterano que sube con ganas del filial al primer equipo, los 'mayores' te miden y pasas un examen diario sin que te des cuenta. Y es muy difícil triunfar si primero no los convences a ellos, porque los futbolistas saben mejor que nadie quién vale y quién no vale, detectan de inmediato quién les puede hacer competencia o quitar el puesto. En eso no fallan. Cuando eres peligroso en ese sentido, automáticamente pasas a ser uno más del grupo. Por ejemplo, a Isco Es algo así como pasar la prueba para entrar en una Mara.

Pues bien, el saludo de Paulista