Miren, les voy a ser sincero. No tengo ni puñetera idea de qué escribir. Me he sentado ante el ordenador y hasta me ha costado cierto tiempo darme cuenta de que no llevaba las gafas puestas... Tengo la mente en blanco y los dedos no se arrancan. Ha ganado el Valencia y aquí estoy, mirando la hoja en blanco con mi particular 'horror vacui', sin ideas y en silencio. Empiezo a preocuparme porque ya pasan de las once de la noche y este domingo son 'calderes' de 'Sant Antoni' en mi pueblo y tengo mogollón de planes y quiero acostarme pronto.

Supongo que me costará dormir porque cada vez que gana el Valencia me pasa. Cuando pierde también me pasa, pero mola más estar desvelado un sábado por la noche cuando has ganado. Y los domingos por la mañana también molan más si has ganado. Vamos, que todo mola más cuando ganas pero hoy no sé que demonios pasa que no hay manera de tirar para adelante. Será porque tenía tan claro lo que iba a escribir, que es básicamente lo mismo que las últimas semanas, que ahora me he quedado en fuera de juego. Eso, o que no estaba preparado para esta victoria después de cómo terminó la primera parte y cómo empezó la segunda. Y ojo que la victoria da para poco en algunas cosas pero para mucho en otras. Da para mirar la clasificación y que no te entre el miedo que aunque poco para este equipo es mucho para salud y el buen descansar. Y para afrontar el partido del martes ante el Getafe con la suficiente solvencia como para pensar que la eliminatoria se decidirá en Mestalla, que aunque poco también, es bastante tal y como está la cosa. Pero entre el mucho y el poco, la victoria es fundamental por una cosa. Por el equipo. Pasada la euforia momentánea de la victoria que tanto esperábamos y en la que ya no creíamos, no tengo nada claro hasta dónde llegará este equipo esta temporada. Sí, está a tiempo de hacer historia, pero decir eso a estas alturas es ciencia ficción.

Este equipo solo tiene un camino en estos momentos y no es otro que pensar en ganar el siguiente partido. Cuando estás malito, y este equipo lo está, la mejor medicina en esto del fútbol es ganar, pero ocurre que para el Valencia la medicina es doble porque estamos ante un grupo de futbolistas que ha dado un paso al frente en público, le ha dicho a su afición que el problema no es del entrenador, y se han echado esa responsablidad sobre la espalda. La victoria sirve para fortalecer ese vínculo entre ellos, y eso se llama forjar un equipo... Mucho ojo.

PD: La clave de la victoria es el golazo de Ferran.

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