El pasado lunes estuve con la Peña Valencianista La Figuera de Campanar hablando del Valencia CF y de fútbol, que soy como la Esteban y por una cena por la patilla mato. Hablamos de los empates de la Liga, de Marcelino, del partido contra el Betis, de la final de Copa y de las finales pasadas, de Parejo, de Anil Murthy y Mateu Alemany, de los fichajes, del centenario y claro, también de Mijatovic. Y entre las muchas cosas que dijo Santi, que además de presidente habla por los codos, me gustó una: «Si Mijatovic tiene los santos 'bowlings' de venir a Mestalla y aguantar lo que la gente le quiera decir, tiene mis respetos». Lo cierto es que me gustó el matiz de valorar que Mijatovic se plante ese día en Mestalla pero ya he dicho que por mi parte no le pitaré porque ese partido es para celebrar los cien años de vida del Valencia CF, más bien haré como si no estuviera. Dice Pedja en una entrevista en Tribuna Deportiva de la 97.7 Radio Levante que ahora entiende el enfado de la afición y que se equivocó al decir que se quedaba, pero tengo una pregunta en el tintero, ¿es cierto que días antes de decir en la Agrupación que no se marcharía había posado con la camiseta del Real Madrid para el BORM? Volviendo a la cena con la Peña la Figuera me quedo fundamentalmente con una imagen que me dejó José Luis Montañés, el más veterano. Le pregunté por Claramunt y por Puchades y por su cuenta habló del Piojo, pero cuando le dije que me contara cómo era Kempes se le iluminó la cara. «Ay Kempes...», estábamos en un bar pero vi perfectamente cómo elevó la mirada y sus ojos miraron al cielo y brillaron como los de un niño, y mientras me contaba sentí que su mente viajaba en el tiempo y buscaba a Mario entre sus recuerdos. Me macó verlo rejuvenecer en un instante y por ello me fui para casa con la radio puesta pero sin prestarle atención y ante la certeza de que acababa de asistir a la demostración de lo jodidamente grande que es el Valencia CF. La cara de José imaginando a Kempes galopar por Mestalla años atrás expresaba aquello que siempre dice mi neurona preguntona, que el Valencia CF es diferente, ni mejor ni peor, es simplemente diferente porque lo que le pasa a él influye en el día a día de los valencianistas, y que lo que en otro sitios pasa desapercibido en el entre nosotros es cuestión de vida o muerte. Me di cuenta que en esa manera tan intensa de vivirlo está nuestro secreto, que esa es la fuerza que mantiene vivo al club pese a tanto, y la que el jueves nos llevará a otra final.

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