Pues no sé si con esa receta y de la mano de Mateu, Longoria y Marcelino el Valencia CF volverá a ser grande, -ojo que esta temporada se ha metido en la final de la Copa, y eso, como en el chiste de Eugenio y el eclipse solar en el pabellón del cuartel militar, no pasa todas las mañanas- pero a poco que eche la vista atrás sí sé que cuando hemos pensado que somos ricos y tratado de parecernos al FC Valors o al Real Meseta -cosa que no somos afortunadamente- hemos chocado contra la pared y tal vez ahí esté el Nou Mestalla para recordárselo al valencianismo como penitencia. Hablo de la nueva propuesta deportiva del Valencia CF, esa de fichar talentos jóvenes como Manu Vallejo, Jorge Sáenz o Uros Racic, y apostar por la cantera, y ahí tenemos a Kangin, Ferran, Lato. A poco que lo analices, cuando el Valencia ha sido competitivo ha sido bajo esa fórmula, pero como el dinero, la fórmula no da la felicidad, la felicidad te la da acertar.

Mijatovic y Luis Figo

Lo de Pedja Mijatovic y el Pedja Mijatovicpartido de las leyendas. Durante un tiempo pensé que pasaría olímpicamente de él, que por no manchar la celebración de ese gran día, haré como si no existiera. Después hubo quien me hizo ver que si Pedja tiene las narices de plantarse en Mestalla tal vez haya que valorar el gesto. Ahora, he visto un comentario en redes sociales que machaca la mente: ¿invitaría el Barça a Luis Figo a su centenario? Jaque mate. Puedo llegar a entender al club, que invita a todos aquellos que una vez tuvieron la responsabilidad de defender la camiseta del Valencia CF y él es uno de ellos, y que en un momento dado valore que es peor no invitarlo si has invitado a todos los demás y sobre todo, valore que como club ha de invitar a todos sin excepción porque quién decide si Pepito lo merece y Paquito no, pero como yo no trabajo en el Valencia CF ni aspiro a representarlo porque hay veces que no me represento ni a mi mismo y me basta con que me soporten en casa, desde es punto de vista tengo la libertad para decirle abiertamente a Pedja que el día del partido de las Leyendas yo no le espero. Supongo que a él le da lo mismo. Tanto como a mí me da lo mismo que a él le dé lo mismo. Digo esto inspirado en unas palabras de Alaska a Risto Mejide que me han hecho pensar: «Nuestros absolutos son verdades como puños para nosotros, pero no lo son para el de enfrente». Es lo de el hombre y su circunstancia de Ortega y Gasset. Pues eso, cada uno haga lo que considere, pero Pedja, yo no te espero.

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