No se me ocurre mejor plan para este domingo 24 de marzo que ir a Mestalla. Es un día perfecto para comer feliz y relajado con la familia, coger una bufanda de las de toda la vida e ir a la casa de todos los valencianistas, a disfrutar, a aplaudir a cuantos han vestido la camiseta del Valencia CF alguna vez. El de hoy es un partido para los aficionados porque entre unos, -los ex jugadores-, y otros, -los valencianistas de a pie-, han hecho de este club la sociedad civil más importante de la Comunidad Valenciana. Y eso se dice muy pronto. Poder aplaudir de nuevo a tipos como Arias o Claudio López, a los que tanto idolatré, es una oportunidad que no pienso desaprovechar. No quiero arriesgarme a que en el próximo centenario me surja algo inesperado. Hoy recordaré de nuevo el día que mi padre me dijo de repente, «va, que sen anem a Mestalla...». Nos dejó los pases de tribuna Don Vicente, el médico del pueblo y padre de mi amigo Miguel. Jugamos contra el Sevilla y empatamos a uno. Junto a nosotros, estaban sentados los padres de Alcañiz. Ver sufrir a aquella mujer me marcó, por eso, cuando me saqué el pase, creo que al año siguiente, me hice muy de Pedro. Era valiente, se atrevía con todo.

La gratitud al Valencia CF

Me pregunto qué narices hago escribiendo de Mijatovic hoy que se juega el partido de las Leyendas y que todo debería ser bonito, pero después de leer lo que ha dicho en una entrevista ni puedo ni quiero evitar 'arrejuntarle' cuatro letras: «La gente me quería tanto que no lo pudo superar», ha dicho el fenómeno. A ver Pedja, lo que la gente no ha superado no es que te fueras al Real Madrid, no ha superado que les mintieras, que les engañaras, que dijeras que no te ibas a ir del Valencia CF y días antes habías posado con la camiseta del Real Madrid. Por otra parte, y sin ánimo de querer tocarle las narices al personal y a riesgo de emborronar un día bonito como el de hoy, de los actos del centenario celebrados durante esta semana me ha quedado muy claro quién ha sabido entender que el Valencia CF está por encima de todo y quién no. He podido calibrar quién quiere y respeta a la entidad y le muestra gratitud, y quien se ha limitado a cumplir el expediente para quedar bien. Y sobre todo, me ha quedado claro quiénes se han llenado la boca hablando de valencianismo durante años, pero están poseídos por el rencor. Lo mejor de todo es que el aficionado también lo ha captado.

Más opiniones de Carlos Bosch.