Podemos especular y pensar mal con lo que vaya a suceder con el tema de la venta de las parcelas de Mestalla y la reanudación de las obras porque nadie se ha presentado con un 'grapat' de dinero diciendo aquí están en plan valenciano de toda la vida con eso de 'els diners i els collons, per a les ocasions', podemos pensar que será el final de las miserias del Valencia CF y que en adelante todo será bonito y volveremos a atar perros con longanizas, o incluso, podemos mantener la calma y analizar lo que hay. ¿Y qué hay? Pues un acuerdo con una empresa que puede terminar cristalizando en que, resumiendo mucho para no hacerlo largo y farragoso, el Valencia CF. No seré yo quien se emocione pensando que dejaremos Mestalla y tendremos un estadio nuevo en unos años porque ya lo he hecho algunas veces y ahí sigue la cosa, parada, pero tampoco quien comience a dudar de todo o hablar de precios de saldo, que se ha hecho en esta ciudad. Me limito a decir que llevamos mucho tiempo pidiendo a Peter Lim Y puede que este primer paso no sea el más importante, pero creo que estaremos todos de acuerdo en que, aunque no es definitivo, sí es sustancial. Y como nos han engañado tantas veces y eran todos de la terreta y algunos en plan 'això ho pague jo', -a mí me engañaron por partida doble, como aficionado y como periodista-, lo mejor será hacer de esto como si de una competición de fútbol se tratara; esperar al próximo partido y ver si la empresa compradora reúne a la suficiente gente con ganas de vivir en la Avenida Aragón y con la suficiente solvencia como para que el banco les conceda las hipotecas de turno. Habrá quién piense otra cosa, pero al rueda de prensa de Mateu Alemany y lo que en ella dijo sobre la venta de las parcelas de Mestalla, es el acto con más credibilidad al respecto desde que se pararon las obras, porque no el director general no prometió el oro y el moro.

Más opiniones de Carlos Bosch