Nos debíamos un viaje y fue la semana pasada. Dejé València pensativo, como quien abandona su tierra en guerra y huye no sin cierto remordimiento, pero subí al coche y tiré adelante sin mirar atrás porque me había prometido una desconexión que creo merecía y no había saboreado en años. Sí, han leído bien, en años. Treinta segundos en silencio y oscuridad total en una cueva donde hace más de 20.000 años un humano pintó ciervas y más ciervas dan para mucho. Bajé del monte Pando reflexionando sobre la idea de pertenencia a la tribu y casi a escondidas, como un niño que mira de reojo las revistas picantonas en el kiosco de la plaza del pueblo, cogí el teléfono y navegué por internet. Efectivamente, mi tribu de 'los murciélagos' sigue en su guerra de cada semana. Todos empeñados en tener razón pero todos enfadados porque quieren un mejor Valencia CF. Esa es la esencia, que la división nace del cariño. Sonreí y, perdido en una montaña de Cantabria, hasta tuve la sensación de que me sobraba paz y necesitaba mi pequeña dosis de 'war' de cada día. ¡Quién me lo iba a decir! Y llegó el sábado y con él la victoria ante el Athletic y la guerra ya es menos guerra porque los resultados todo lo pueden que para algo hablamos de fútbol. Hoy todos miramos al partido de Liga de Campeones ante el Ajax porque ganarlo supone mucho. Lo necesita el club, lo necesita el equipo -jugadores y entrenador- y sobre todo lo necesita la afición que se desespera mientras asume que el pasado ha pasado y por él nada hay que hacer al tiempo que se acelera ante la necesidad de tener algo consistente que le permita tener la certeza de que el Valencia CF sigue siendo ese equipo que hace nada ganó la Copa. Me he cansado de decir que me parece un ejercicio de salud que la afición diga lo que considere y lo diga en Mestalla, que es el único y verdadero foro del valencianismo, y que ha de ser posible que de una manera u otra que las dos cosas vayan paralelas, protestar porque el dueño ha acabado con un proyecto que se demostró ganador y apoyar a un equipo que lo necesita. Hoy digo que tengo dudas para el partido ante el Ajax porque la frontera entre protestar por el cese de Marcelinoy estresar al equipo puede ser muy fina. Y creo firmemente que tal vez estemos ante el partido ideal para hacer un 'kit-kat' y que el equipo vea que la afición está tan ilusionada como los futbolistas por hacer algo interesante en la Champions. Tal vez sea el momento de darle continuidad a lo que los futbolistas hicieron en Londres.

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