Celades quiso poner músculo en el centro del campo y le dio la titularidad a Kondogbia y Coquelin, y al mismo tiempo sabía que no tenía más remedio que poner a Parejo en el doble pivote, donde arranca la creación del juego, pero el invento no funcionó. Para nada. No era un trivote en el centro del campo porque Coquelin estaba en banda derecha en un 4-4-2, algo que ya hizo Marcelino alguna vez pese a la amnesia generalizada e interesada, pero lo cierto es que el equipo fue incapaz de dar dos pases en el centro del campo. Por no hablar de un problema que empieza a ser casi endémico: la salida de balón. Hay veces en que parece que no esté trabajado, que los jugadores saben que han de jugar la pelota desde atrás pero sufren, como si les faltasen automatismos o incluso, como si les faltase confianza. En el primer tiempo dio la sensación de que el Lille terminó por comerle la moral al Valencia CF en ese sentido y se fue a presionar arriba siempre. Contra esto, los jugadores de Celades levantaban los brazos, se avisaban unos a otros, buscaban el espacio para 'darle pase' al compañero con balón... pero sufrían. Supongo que es algo que Celades debe trabajar y a lo que ellos deben habituarse.

La primera parte del Valencia CF en Lille fue bastante mala. En la segunda Celades rectificó. Pero no por quitar a Kondogbia y poner a Soler en la derecha y a Coquelin en el doble pivote junto a Parejo -que también-, rectificó fundamentalmente que su equipo no se empeñó en sacar el balón jugado desde atrás. No es pecado dar un pelotazo largo para alejar el balón de tu área cuando cada vez que intentas sacar el balón limpio desde atrás te estás jugando la vida porque el de enfrente te está ganando la partida en la presión. No hay que tener vergüenza por ello, es un recurso para un momento dado del juego. Salir al patadón desde atrás no puede ser una herramienta para ganar partidos, pero sí un recurso. Por otra parte, conviene no confundir pegar un patadón con hacer un contragolpe. Nada que ver. Un contragolpe es lo que hizo el Valencia CF para ponerse 0-1. Mención especial a Maxi Gómez y su pase de primeras a Gameiro. El uruguayo va camino de se un futbolista tremendo. Me encanta. Cierto que la expulsión de Diakhaby facilitó el asedio del Lille y que el gol del empate llega tras una maniobra exquisita de Ikoné, pero para ganar un partido de Champions hay que hacer algo más, precisamente por eso, porque el teóricamente más débil del grupo, tiene un delantero que te la lía en el descuento. El empate es duro, pero justo. Es lo que hay.

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