Con la edad he aprendido a no hacer una desgracia de una gracia. Me ha pasado más de una vez que queriendo hacer algo bonito he acabado liándola y espero que no me pase hoy con Rubén Sobrino y Manu Vallejo. Voy al asunto. ¿Tienen nivel para ser titulares en ese Valencia CF que todos esperamos que termine cuarto en la Liga -como mínimo- y compita en la Liga de Campeones? Pues no. Ahora mismo no. Tienen nivel para estar en la plantilla y pelear. Digo más, hasta dudo que tengan nivel para poner en aprietos a futbolistas ya muy contrastados como Gameiro, Rodrigo o Maxi Gómez, pero les aplaudo porque no se han rendido. Si Gameiro, Maxi y Rodrigo están bien y Celades no juega con dos delanteros, Sobrino y Vallejo lo tienen crudo porque los otros tres son mejores. Y ellos lo saben mejor que nadie. Pero ojo, ellos dos han dado una lección que tiene varias lecturas. Una interna y otra externa. De cara a los aficionados transmiten una imagen que es muy agradecida: los dos se mueren por jugar en el Valencia CF. Para Rubén Sobrino y Manu Vallejo triunfar en Mestalla colma sus aspiraciones como futbolistas y eso se ve. Eso el aficionado lo nota y lo agradece. Esa es la lectura que va de dentro hacia fuera. Otra se queda dentro. Sé que a fútbol no se juega solo con ilusión, o mejor dicho, sé perfectamente que para ganar partidos es mejor tener calidad que ilusión, pero sin ilusión no vamos a ningún sitio. Ellos aportan ilusión y garra, que es lo que tienen que aportar, por eso aquí estoy, esperando a Parejo, Rodrigo y Garay... que ya toca.

El cordón umbilical

Como periodista no voy a defender que el Valencia CF ponga trabas a los periodistas para trabajar en la Ciudad Deportiva pero tengo algo que decir. 1. No me gusta que se critique del Valencia CF lo que no se critica de otros clubes. 2. Nos podemos poner dignos pero lamentablemente es una tendencia entre los clubes grandes. A mí, hace años, no me dejaron entrar en las ciudades deportivas de Milan, Inter de Milán y Arsenal. 3. No entiendo qué necesidad tiene el Valencia CF de hacerlo ahora, lo único que logra es enturbiar más el ambiente. 4. ¿Los periodistas que critican la medida como locos están seguros que cumplen de manera higiénica con eso de ser el cordón umbilical con los aficionados? ¿Seguro que jamás han criticado algo por un interés que no es el de la afición? 5. Es innegable que detrás de esta medida hay una manera de entender el Valencia CF que está muy alejada de la tolerancia (por decirlo de manera suave).

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