Si tengo que definir qué tipo de equipo es este Valencia CF que entrena Valencia CFAlbert Celades, esas en las que, con el marcador 1-0 a favor y con los futbolistas muy cansados por los esfuerzos de los partidos recientes -algunos visiblemente agotados-, los jugadores de ataque se lanzaron como lobos al galope detrás de su presa hasta que logaron cazarla, marcar el segundo gol y sentenciar el choque. ¡Tienen hambre!

Fue el día del Espanyol cuando este equipo me hizo entender la diferencia entre intensidad y actitud, y hoy es el momento que cada vez lo tengo más claro. Nadie puede negar que estos futbolistas quieren ganar, quieren gloria, y eso es tener actitud. La intensidad es otra cosa, y se puede entrenar. A tal efecto, uno de los aspectos a corregir por el Valencia CF es precisamente que demasiadas veces ha salido dormidito al partido, sin intensidad. Lo admitió el propio Celades en la rueda de prensa previa al partido ante el Granada y... ¡bingo! el equipo lo corrigió. Cierto que en la segunda mitad fue más intenso que en la primera, pero tan cierto como que fue el partido en el que el equipo de Celades tuvo más continuidad en ese sentido.

En otras palabras, no salió dormido. Dicho esto, y tal y como entiendo yo el asunto del fútbol, ese detalle es capital. Sinceramente creo que la mejor noticia que nos ha dado este equipo no son las tres victorias consecutivas cuando parecía que todo se iba por la borda, la mejor noticia es que salga un día Celades diciendo en rueda de prensa que quiere corregir una cosa y que al día siguiente los futbolistas la corrijan. ¡Significa que se entienden! Dime exagerado, pero lo tomo como algo capital porque todos los que conocen a este equipo y lo han visto jugar en las dos últimas temporadas saben que es sano y tiene hambre. Y todos sabemos que la plantilla es buena, que ahí está el equipo titular que planteó ayer Celades teniendo en cuenta que las muchas bajas que tenía, por lo tanto, faltaban dos variables por despejar en la ecuación. Una si Celades es entrenador o comentarista de televisión, y es evidente que es entrenador y es un tipo serio, y la segunda si sería capaz de hacerse con el control del vestuario teniendo en cuenta que Marcelino no solo era el entrenador, era el líder. Cuando un entrenador dice el partido es una final para nosotros y sus futbolistas salen al día siguiente y no meten la pierna, me preocupo. Si un entrenador dice tenemos que cambiar esto y se cambia al día siguiente, significa que hay futuro.