Contra el Betisel sábado en Sevilla y después contra el Chelsea en Mestalla. Son los próximos partidos que tiene el Valencia CF por delante. Tras ellos, dos derbis, ante el Villarreal y ante el Levante UD. No digo que no sean importantes, ni que tampoco lo sea el partido ante el Betis, pero el que hay que ganar es el de Champions. Ganar tres puntos ante los ingleses te mete de manera matemática en los octavos de la Liga de Campeones y a partir de ahí, a ver qué pasa porque será una eliminatoria a doble partido que se disputará en la tercera y cuarta semana de febrero. Es un poco como la Copa del Rey de la temporada pasada, que pasaron unos meses desde que te clasificaste para la Final hasta que la juegas, y son dos meses la mar de llevaderos porque contagian para bien, por una parte a los futbolistas desde el punto de vista de la confianza, y por otra a los aficionados, porque con la certeza de una eliminatoria en el horizonte todo se ve de otro color. Meterse en octavos de la Champions le quitará mucha tensión al ambiente. Ya se sabe que por mucho que algunos lo intenten, esto es fútbol, y si la pelota entra 'todo es bien', y si la pelota no entra, 'todo es mal'. Querer cambiarlo a estas alturas es hacer el canelo, los aficionados van a los estadios a ver ganar a sus equipos de fútbol, lo demás, es carne para la picadora de los periodistas.

Lo de la Copa

Tengo cero intención en defender a Rubiales y eso que no soy demasiado partidario del sistema de competición a partido único en la Copa porque con ello estás premiando al que lo hace 'mal' y castigas al que lo hace bien, pero esto de que equipos modestos jueguen tan pronto ante equipos de primera y segunda división revitaliza el fútbol y lo devuelve a sus orígenes. Ahora, los modestos quieren la Copa del Rey porque para ellos además de una oportunidad, es un honor jugarla.

La deuda, pagar y dormir

No seré yo quien defienda a capa y espada los presupuestos del Valencia CF, que para eso está su presidente y la Junta de Accionistas, y no me gusta que aumente la deuda porque seguro que es mejor si disminuye, pero no podemos pasar por alto que una cosa es la deuda a corto plazo y otra a largo plazo. Si Pepe y yo nos compramos una casa cada uno, a mi me cuesta 100.000 euros y a Pepe 80.000 pero yo la puedo pagar en 25 años y Pepe la tiene que pagar en 2 años, yo vivo bien y Pepe por las noches no puede dormir...