Pues me alegro y no poco al saber que 'las partes' están muy satisfechas tras la reunión de ayer. Hablo de la reunión entre el Valencia CF y los representantes de Carlos Soler para negociar la ampliación de contrato y blindaje del canterano, y obviamente 'las partes'es un eufemismo que utilizamos los periodistas para intentar no decir que hemos hablado con quienes negocian porque creemos que los lectores no se van a dar cuenta de que con alguien de la negociación hemos tenido que hablar por narices para saber que la cosa ha ido bien.

Me lo van a perdonar, pero los periodistas somos así de simples algunas, o demasiadas veces. Pero volvamos al grano que es donde está la sustancia. Dime mal pensado o al contrario, dime iluso, pero me tranquiliza que la renovación de contrato de Soler vaya bien porque significa que esto no va a la deriva como todos hemos pensado alguna noche de insomnio. Con esto no intento decir que todo va bien porque no es verdad, y la prueba de que no todo va bien es que los agentes de Soler se reúnen con Anil Murthy porque no hay nadie en el club que tenga el cargo de director general o director deportivo. El Valencia CF es un club que tiene a Mateu Alemany, hace un buen trabajo, lo despide y después no tiene sustituto ni intención de contratarlo hasta más de dos o tres meses después. ¡Con un par de narices!

Dado el panorama, comprenderán que me tranquilice que lo de Soler vaya bien porque por momentos llegué a pensar que los jugadores hicieran como dijo Cañizares que iban a hacer cuando el Valencia CF fichó a Albert Celades, que llamarían todos como locos a sus representantes para decirles que se querían ir. La renovación de Carlos Soler es la prueba del algodón.