Pues hasta aquí 2019, el año del Centenario del Valencia CF y el año de la octava Copa del Rey, que se dice pronto. Son sin duda alguna los mejores momentos, pero no las únicas lecturas a hacer. De hecho, además del Centenario y la Copa, en lo que al club respecta, ha habido situaciones de las que debe tomar nota para proyectarlas al futuro inmediato, -que es 2020-, y al medio plazo y largo plazo, -que viene a ser el proyecto-. Mi reflexión empieza con la salida de Mateu Alemany y Marcelino, pero no con la intención de avivar un debate ya pasado. Los méritos de ambos son indiscutibles. Con ellos, el Valencia CF volvió a ser un equipo reconocible y lo que es más importante, competitivo tras dos temporadas terminando el 12 en la Liga, que es poco menos que vergonzoso para un club con la historia y grandeza del de Mestalla. En las dos temporadas que Marcelino fue entrenador del Valencia CF el equipo fue dos veces cuarto, lo que le dio el pasaporte a la competición de clubes más importante del mundo, jugó dos semifinales, una de Copa ante el FC Barcelona y otra de Europa League ante el Arsenal, y ganó una Copa del Rey.

Repito, esto después de terminar el doce en la Liga en las temporadas anteriores. Recalco esto porque es básico en lo que trato de explicar. La naturaleza no da saltos y el fútbol tampoco, y Marcelino asentó las bases de un equipo competitivo. Es lo mismo que hizo Claudio Ranieri. Cuando llegó Cúper heredó un equipo que ya era campeón y había eliminado en Copa al Real Madrid y al Barcelona. Y Benítez heredó otro que venía de jugar dos finales de Champions. Tanto Cúper como Benítez mejoraron lo que heredaron, pero el concepto está en que recibieron buen material. Y ahí es donde hay que poner el foco. Celades y Anil Murthy han 'heredado' buen material, han 'heredado' un equipo competitivo y campeón, y desde es punto de partida tienen la obligación de mejorarlo. El fútbol son ciclos y el Valencia CF está en uno bueno, tiene un equipo competitivo y un vestuario sano.

El reto que tienen el presidente y el entrenador es mejorarlo a cada temporada. Para ello han de decidir bien, y eso significa acertar con las renovaciones, con las altas y con las bajas. En otras palabras, mejorar el equipo aprovechando las oportunidades de mercado. De momento, estar en octavos de Champions es avanzar, porque hemos pasado de un equipo competitivo en España, a competir en la Liga de Campeones. El ciclo no puede quedar en solo dos temporadas. Acierten.