Si quieres ganar equipos como el Real Madrid y Barça, no puedes cometer errores de bulto. Puedes jugar a tener balón o a no, a presionar arriba, en el centro del campo o a acular para intentar salir al espacio, pero hagas lo que hagas, no debes cometer errores graves. Este Real Madrid no tiene el poder intimidador de temporadas recientes, pero es trabajador y sigue teniendo buenos futbolistas capaces de penalizar cualquier error, y el gol de Kroos con el error de Jaume es el ejemplo más claro. Dicho esto, tampoco parece que acertara Celades con el experimento de meter a Kondogbia, Coquelin y Parejo en el centro del campo. La ausencia de Rodrigo no le sentó bien a Celades. Dejó a Gameiro solo contra los elementos y personalmente muchas veces eché demasiado de menos a Maxi Gómez. Esperar que el francés se llevara algún balón largo o caído del cielo peleándolo con Varane o Ramos, es poco menos que ciencia ficción. En el segundo tiempo, pero ya con dos goles en contra, la cosa pasó a un 4-4-2 y junto a Gameiro estaba Ferran. Claro. Y al poco, quitó a Kondogbia para que en punta estuvieran Maxi Gómez y Gameiro. Y Ferran en la banda. ¡Claro!

Tampoco supo superar el Valencia CF la presión alta del Real Madrid, y eso que estaba avisado porque lo mejor que hizo el equipo de Zidane en Mestalla fue precisamente eso, presionar arriba, tras pérdida del rival, o para evitar que jugara desde atrás en limpio. Por no hablar del poco orgullo que mostró el equipo, algo que sinceramente no esperaba. Y supongo que no esperaba ningún valencianista. De todo, lo más decepcionante tal vez sea eso, que el equipo no plantó cara. Perder contra el Real Madrid te puede pasar, pero que por momentos aquello pareciese un partido de juveniles ante infantiles, es otra cosa. Que esta Supercopa es fraudulenta porque así ha querido Rubiales es una realidad, pero teniendo en cuenta que el partido tiene 'categoría' internacional, la imagen que deja el Valencia es muy pobre, por no decir algo más venenoso o sangriento. Por último la actitud del público local, como loco cada vez que el Real Madrid hacía algo interesante y pitando a los jugadores del Valencia CF es un buen resumen de lo que ha sido esta Supercopa para el conjunto de Mestalla desde que el señor Rubiales decidió invitar al Real Madrid para ganar más dinero. Porque si el Valencia CF se enfrentó ayer al Madrid y no al Barça, fue por dinero, o mejor dicho, para que la Federación Española que preside Rubiales gane más dinero. En definitiva, señor Rubiales, ya tiene usted lo que quería, al Real Madrid en la final de la Supercopa. Tenga cuidado no se atragante.