Tengo CERO esperanza en que los futbolistas del Valencia CF lean esto antes del partido frente el Mallorca, y aún tengo menos esperanza en que si por un casual lo leen les haga el más mínimo efecto, pero como lo mismo me da que me da lo mismo, allá que voy. Señores futbolistas del Valencia CF, mis respetos absolutos por todo lo logrado hasta ahora en las dos temporadas anteriores y en lo que va de esta en la Champions, que ha sido bastante y sobre todo porque se ha logrado a base de esfuerzo y dedicación.

Nada que objetar porque lograsteis el fin último que tiene que lograr cada futbolista que se ponga la camiseta del Valencia CF: honrarla y sobre todo, hacer feliz a sus aficionados. Repito, no hay fin más elevado para un jugador profesional del Valencia CF que dejarse hasta el último gramo de energía sobre el terreno de juego para que el valencianismo disfrute. Digo más, es que sin ese fin, no existiría la figura del futbolista profesional del Valencia CF. Es al revés, el jugador aparece porque está diseñado para honrar al escudo y a la afición. Que os quede claro, sin ellos, sin valencianistas, vosotros no existirías tal y como sois ahora. Tal vez seríais futbolistas profesionales del Leganés, Getafe, Sampdoria, Wolfsburgo, Dortmund, Chelsea o Betis -por nombrar equipos al libre albedrío y con todo el respeto del mundo-, pero no del Valencia CF. Y estaremos de acuerdo en que hay sustanciales diferencias.

Pero os tengo que decir que hacer felices a los valencianistas no es necesariamente sinónimo de ganar títulos o lograr objetivos deportivos, para ser más exactos, hacer felices a los valencianistas es lograr que se sientan orgullosos de ser valencianistas. Así de simple. Es lograr que salgan a la calle sonrientes porque un día la bendita providencia vestida de murciélago los eligió para siempre. Porque tenéis que saber, futbolistas del Valencia CF, que uno no elige ser del Valencia CF. Muy al contrario, es el Valencia CF quien te elige a ti. Y dando todo en cada partido y peleando ante todas las adversidades habéis hecho felices al valencianismo y de postre les ragalasteis algo con lo que jamás soñaron; ganar la Copa del Rey el año del Centenario. Poesía pura. Pero en Arabia pasó que con el primer gol del Real Madrid y teniendo en cuenta que el partido no era en Mestalla, os asustasteis. Literal. Este domingo el partido tampoco es en Mestalla pero enfrente está el Mallorca. Estáis obligados a darlo todo para sumar los tres puntos. Nada de sustos ni confianzas. Yo, creo en vosotros.

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