Tienes que remontar un 4-1 para seguir en la Champions y solo tienes un central. Además de hacer muchos goles necesitas hacer un partido perfecto en defensa y resulta que es precisamente el central que tienes quien comete dos penaltis que son, además de muy claros, evitables. Una manera de resumir el despropósito que ha sido el Valencia CF en esta eliminatoria por muchas circunstancias. Algunas responsabilidad del propio Valencia CF y otras no. También sirve para resumir lo que va de temporada del Valencia CF, como equipo y como club. Entre unas cosas y otras, desde que terminó la temporada anterior Peter Lim no tomó ni una decisión con criterio.

O si lo hizo con criterio no acertó en ninguna. Si quería prescindir de Marcelino, haberlo hecho en junio para que el entrenador nuevo pudiera modelar o adecuar una plantilla a sus planes. Pero no, decidió hacerlo en septiembre con la temporada empezada y el mercado de fichajes cerrado. ¡Casi nada! Y lo que es peor, optó por poner a un entrenador sin experiencia en el fútbol profesional. De por medio, y por no imponer su criterio de propietario en junio que te podrá gustar o no pero lo tiene en virtud de sus acciones, le 'medio dejó hacer' a Marcelino en el asunto de los fichajes hasta el punto que todavía no me explico cómo demonios Mateu Alemany se dejó arrastrar. Soy muy del Marcelino entrenador y poco del Marcelino fichador, de hecho, les pasa a todos los buenos entrenadores. La conclusión a tanto despropósito ha florecido en todo su esplendor en la eliminatoria ante la Atalanta, a ojos de Europa, en la Champions, donde más foco hay. El descontento y enfado de la afición está más que justificado. El desafecto del valencianismo con Meriton crece a marchas forzadas y de manera exponencial porque en esto del fútbol manda la pelota, y en los asuntos de la pelota acierta poco cuando decide decidir él. Hablo de Lim.

Más que Marcelino, siempre pensé que el proyecto era Mateu, por eso ahora espero que, al margen de decisiones estratégicas en ventas o determinados fichajes que dependen del propietario y pasa en todos los grandes y no tan grandes clubes nos guste o no, en adelante se encomienden de nuevo las decisiones deportivas a César Sánchez. Me dirás que como Celades es un inexperto y al respecto no cabe más que admitirlo, pero un inexperto que pone interés, que no es tonto, que es trabajador y sobre todo, que ha jugado a esto del fútbol. PD: Recibir ocho goles en una eliminatoria de octavos de Liga de Campeones es tan bochornoso como recibir siete en semifinales de la Europa League, pero entre este equipo y el de la temporada pasada hay una diferencia abismal. Eso que los periodistas llamamos sensaciones y sirve para un roto y un descosido.

Puedes leer más opiniones de Carlos Bosch en este enlace.