En pleno calentón minutos después de que el equipo haga el enésimo ridículo entiendo el enfado con los futbolistas. Creo firmemente que al vestuario hay que meterle mano, cambiar el juego de poderes interno y darle la alternativa a otra gente, pero eso no significa que en él esté el germen u origen del problema. Significa, que como yo lo veo, en el cambio de poderes dentro del vestuario puede estar parte de la solución, que no es lo mismo. Cuando uno hace una foto para describir la ridícula temporada que ha hecho el Valencia CF en ella han de salir los futbolistas, claro, y unos más que otros, Parejo y Parejo Rodrigo Son el máximo accionista y el presidente, uno ha tomado las decisiones estratégicas y el otro las ha llevado a cabo de manera ejecutiva. A los futbolistas hay que exigirles que tuvieran el ímpetu competitivo de la segunda parte de Leganés también en la primera, pero eso es compatible con afirmar que el equipo ya está roto y sin confianza, y que hasta llegar a esa situación han pasado muchas cosas que no son responsabilidad de los futbolistas. Yo esperaba mucho más del capitán Dani Parejo en estos momentos, porque el equipo va camino del precipicio y él se ha limitado a poner dos cositas en redes sociales que no se las creen ni él ni sus propios compañeros, pero eso no resta un ápice de responsabilidad a quienes decidieron cambiar de entrenador en septiembre y poner a un novato. ¡Es el germen de un equipo roto!

Por lo tanto, ahora el máximo accionista y el presidente, dado que han dicho a su manera que no tienen intención de vender el Valencia CF en los próximos meses -ves a saber qué pasará en unos años-, están obligados a reconstruir el equipo y el proyecto aunque sea por respeto a los aficionados. Dije hace unos días, y lo mantengo, que dado que ya hace tiempo me acostumbré a ganar poco, me conformaría con que los que están ahora, o el que venga cuando tenga que venir respaldado por quien sea pero espero que con dinero de verdad, tenga como uno de los motores de su gestión el respeto a los aficionados. Peter y Anil, empiecen por ahí. Ya que es imposible que el aficionado se identifique con ustedes, construyan un equipo con el que los aficionados sí puedan sentirse orgullosos de ser valencianistas. Lo más grave de esta temporada no es el ridículo deportivo, es el daño que le han hecho al orgullo del valencianismo, es el daño que han hecho en el corazón de los aficionados, la decepción que ha derivado en hastío y pasotismo. Y será un daño irreparable si quienes lo han provocado no son conscientes de que han de poner todo su empeño en solucionarlo.

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