Anil Murthy, presidente del Valencia CF, lleva un guardaespaldas con pistola porque ha recibido amenazas de muerte a través de las redes sociales. Es una noticia. No convierte al presidente del Valencia CF en mártir ni en víctima, pero ante una situación así uno se ha de posicionar porque la amenaza no es tolerable ni está justificada bajo ningún concepto. Es perfectamente posible -o debería de ser perfectamente posible- decir que las decisiones de Anil son el germen del mayor divorcio entre la afición del Valencia CFs que uno recuerde o haya conocido, con que es lamentable que una persona tenga que soportar ese tipo de cosas. A partir de ahí, insinuar que cuando el presidente del Valencia CF decide contratar un guardaespaldas con pistola es porque considera que todos los valencianistas son potencialmente violentos, es mucho insinuar.

Antes de valorar una decisión de ese tipo uno lo que tiene que hacer es pensar qué haría si quien recibe las amenazas son, por ejemplo, sus hijos. No conozco a nadie que lleve guadaespaldas pero resulta que hay empresas que se dedican a ello, es decir, hay una industria de seguridad privada que si pagas, te protege, y si existen esas empresas es porque hay gente que las contrata, por lo tanto, ¿si un empresario de Cuenca lleva guardaespaldas es porque considera que todos los ciudadanos de Cuenca son potencialmente violentos? La chorrada no se sostiene. Que Anil tenga el 'honor' de ser el peor presidente de la historia del Valencia CF no justifica ninguna amenaza de muerte, y si no somos capaces de entender eso, tenemos un problema como sociedad.

Pero pasa que no tenemos un problema como sociedad porque los que amenazan al presidente del Valencia CF lo hacen aprovechando al anonimato de las redes sociales y lo que es más importante, no representan al valencianismo. Honor a todos los valencianistas que protestan contra Lim, contra Anil, contra Meriton o contra lo que consideren, porque lo hacen de corazón y desde la preocupación por el estado de salud de una de las cosas que más aman en esta vida, el Valencia CF. Honor y que sigan en su protesta porque es sana, porque está más que justificada, porque un día u otro encontrarán su recompensa y sobre todo, porque mientras sea cívica y educada, solo puede ser buena para el Valencia CF. Recuerdo un comentario de despedida de la hermana de Dani Parejo, Natalia, que dio las gracias al valencianismo por la exigencia constante. Natalia se dio cuenta de que esa exigencia hizo de su hermano mejor futbolista, por ello creo que la protesta contra Meriton es buena, sana y necesaria, porque ante ella Anil y Lim no tienen otro camino que no sea reaccionar y poner más atención en acertar. Si además, les hace plantearse vender el club, pues mejor, pero eso lo dudo mucho...

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