A aquel que ose gobernar el Valencia CF sin tener en cuenta a sus aficionados y a Mestalla será pasto de la grada. Si después le afecta en lo personal o tiene consecuencias en lo profesional es otro debate, porque sucede que en este Valencia CF de Peter Lim el único que puede decidir si Anil Murthy sigue de presidente es él, el máximo accionista. Por ello creo que es buen momento para delimitar las dos grandes dimensiones del Valencia, una la mercantil, la del Valencia CF SAD, y otra la social, la que arrastra detrás un peso histórico, emocional y sentimental que Murthy y Lim parecen haber renunciado a comprender. No les interesa. Mestalla no puede decidir pero tiene la libertad de opinar.

Además, tal y como está la situación, es su obligación. Y que sea cuando el coronavirus lo permita. Será bueno que el público sepa estar por encima de los resultados, será positivo que más allá de si el equipo de Javi Gracia gana, empata o pierde partidos, Mestalla le haga ver a Anil Murthy que no está de acuerdo con algunas de sus decisiones. Si es que no lo está, que aunque lo presumo, tampoco soy quien para ejercer de portavoz de nadie. La última decisión de Anil le delata. No entiende nada. Tratar de arrinconar a la Agrupació de Penyes o echarla del local de Mestalla por ser crítica con la gestión de Meriton y haber pedido su cese tiene tanto fondo, que solo alguien que no es capaz de medir el daño que le hace al valencianismo puede decidirlo. Decir que detrás de esta decisión hay una manera autárquica de entender la vida es verdad pero no nos lleva a ningún sitio dado que es legal. Anil tiene la ley mercantil de su lado. Es lo único que tiene pero para según qué cosas es suficiente. Prefiero ir más lejos y decirle al presidente del Valencia CF que aunque hasta yo mismo me he preguntado si la Agrupació tiene que ‘hacer política’ o limitarse a ser una entidad cuyo objetivo es mirar por el beneficio de los peñistas, condenarla a la desaparición es condenar al valencianismo y por extensión al Valencia CF.

Más allá de mi opinión, que no va más lejos, los peñistas están en su derecho de pedir el cese de Anil y Anil en su derecho de tomar represalias, pero dada la profundidad de las consecuencias de dichas represalias, esperaba que el presidente del Valencia CF fuese elegante y capaz de entender que es mucho más importante el bien del valencianismo que demostrar a los peñistas quién manda. La Agrupació ha hecho tanto y bueno por el valencianismo, que merecía la pena haberlo dejado pasar. ¿Alguien duda del poder accionarial de Meriton? ¿Es necesario sacarlo a relucir siempre? Cuando solo puedes presumir de acciones, es porque has fracasado en todo lo demás.

PD: Jaume Ortí ganó la Liga, Mestalla le pitó porque no había fichado a nadie, y él pidió por favor que le dejaran hablar. Aprende de Jaume, Anil.

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