Tengo un problema casi existencial. Llevo toda la semana queriendo escribir que no me gusta el discurso de Javi Gracia porque no lo veo ganador, al contrario, no le encuentro vigor y me suena derrotista, pero cada vez que intento arrancarme para escribir sobre ello me pongo a pensar hasta qué punto soy injusto. Evidentemente que Gracia comete errores, primero porque es humano y segundo porque como entrenador no estamos hablando de Guardiola, Ancelotti o Simeone. Es un entrenador serio, prometedor que, más allá de lo que ha sucedido este verano con el tema de los fichajes y las ventas, nunca ha entrenado a un equipo de la dimensión del Valencia CF. Y eso también se aprende. Y segundo comete errores porque está más expuesto. Los entrenadores toman muchas decisiones y muchas de ellas son públicas, y eso te expone más. Tanto, que es posible que lo que yo considere un error no lo sea. El caso es que no me gusta el relato de Javi Gracia pero no sé hasta que punto debo criticarlo cuando en el fondo su gran error es el de otros tantos antes en el Valencia CF: no haber sabido adaptarse al caos que genera Meriton. Ojalá me equivoque pero me transmite sensaciones de un entrenador casi derrotado, sin ganas, como si no hubiera superado el disgusto y el engaño al que le sometieron Lim y Anil Murthy tras el mercado de fichajes. De Meriton ya no espero nada, de él espero algo más que ponerse la venda antes de la herida, aunque sé que soy injusto.

Kang In y el amor

Reflexión futbolística sobre Kang In. Puedo entender que Javi Gracia considere que el coreano no está para jugar sesenta minutos en este Valencia CF, que no está para darle la titularidad ni la responsabilidad de llevar el peso ofensivo, pero no entiendo que si no está para sesenta minutos, tampoco esté para veinte o treinta. De hecho hasta creo que es responsabilidad del entrenador buscarle ese contexto. De fondo me queda que en los últimos partidos Gracia ha hecho muchas cosas antes que intentar generarle un contexto al coreano, y la última es colocar a Guedes de segundo punta, cosa que por otra parte no me parece mal porque el portugués tiene cierto colmillo en el disparo. La conclusión final es que Javi Gracia no está enamorado de Kang In y se busca la vida con lo que tiene en la plantilla. Por otra parte, la teoría de que no pone al coreano para vengarse de Meriton lo único que hace es dejar en evidencia a Javi Gracia. Es imposible que no ponga a un jugador para tocarle las narices a Lim aunque piense que le puede ayudar a ganar un partido. Si no lo pone es por otra cosa, Gracia quiere ganar. En todo esto, la postura del jugador puede ser eogísta, pero coherente: si no juego, ¿para qué me ofrecen la renovación?