¿Es bueno que haya muchas y diferentes plataformas o iniciativas contra Peter Lim? ¿O sería mejor que alguien las aglutinara y fuesen todas juntas? Pues mira, no lo tengo tan claro. Al principio pensé que no era bueno que hubiera muchas y diferentes, y ahora creo que es mejor. Salir a correr por las mañanas tiene esto, que le das al coco. Digo esto porque las diferentes plataformas que han surgido de entre el valencianismo en los últimos meses y que todas tienen el motor común, legítimo y mas que justificado, de protestar ante Lim por la gestión que se está haciendo al frente del Valencia CF, han decidido unirse. Tienen mi apoyo moral y tendrán mi apoyo accionarial si llegado el momento es necesario -tengo pocas pero tengo-, porque me parece perfecto que se proteste y más en estos días en que el Covid impide que se puede ejercer tal derecho en Mestalla. El caso es que se han aglutinado en torno a la figura de Juan Martín Queralt, que me merece todos los respetos, pero tengo una duda. Y no sobre la propuesta que planean hacerle a Peter Lim, en eso no entro, ellos hacen la propuesta que pueden o consideran, y Lim responderá lo que quiera. Ambas partes están en su derecho. Mi duda va en otro sentido y a tal efecto lanzo preguntas que me he hecho de buena mañana. ¿El camino natural de la protesta en la calle es reconducirla al terreno jurídico o mercantil? ¿Han pensado si corren el riesgo de diluirse? Si lo han pensado y la respuesta es NO, adelante. Si mañana Lim les dice gracias por la propuesta pero no la acepto, ¿qué harán? ¿Es moralmente lícito seguir protestando a alguien que en una mesa te ha dicho que no acepta tu propuesta? Pero sobre todo, ¿han pensado en la posibilidad de que pierdan vigor porque entran en terreno donde tienen las de perder ante Meriton?

Esta serie de colectivos han demostrado tener fuerza cuando han salido a la calle. Que se entienda lo que digo porque lo digo desde el respeto, ellos han logrado adhesiones con el megáfono y con protestas cívicas y ejemplares, y mi temor es que pierdan ese vigor al trasladar su decepción y energía a los despachos. Me consta que algunos de estos colectivos quieren mantener sus acciones de manera individual, y lo encuentro coherente para que no caigan en lo que trato de explicar. En definitiva, unos colectivos que han demostrado ser útiles y tener fuerza y voz en la calle, entran ahora en asuntos, llamémosles mercantiles, donde creo que poco pueden hacer porque al final, depende de la decisión de un tipo que es propietario de algo, y esa es una frontera difícil de cruzar. Sea como sea, no son más que reflexiones al aire que se pueden resumir en más megáfono y menos corbata porque a Meriton se le puede hacer poco daño desde lo mercantil, en cambio, un megáfono puede dar la vuelta al mundo.

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