En los días previos a otros derbis entre el Levante UD y el Valencia CF ya traté de tocar la fibra de los futbolistas del conjunto de Mestalla y me salió rana nunca mejor dicho. Pero como soy un ingenuo, a ello que voy de nuevo. Me genera una tremenda envidia ver que los futbolistas granotas sí se toman en serio el derbi. No digo que los del Valencia CF pasen del partido, porque al final, si ir más lejos han ganado dos de los últimos tres derbis, el otro terminó en empate, con nueve goles a favor y cinco en contra. Lo que digo que en el vestuario granota sí se ha instaurado el gen de que el partido ante el Valencia CF en el Ciutat no es un partido más. Y eso es fantástico desde el punto de vista levantinista y desde el punto de vista del fútbol en sí mismo, porque esa rivalidad que nace desde el sentido de pertenencia a ‘la tribu’ o a un territorio, es el gran motor del fútbol. O al menos es el motor que ha hecho del fútbol lo que es tal y como lo hemos conocido hasta hace nada, con toda su grandeza.

Lo que será en adelante está por ver porque para la industria del fútbol el aficionado ya importa más como cliente que como alguien fiel a unos colores. Pero sigamos. Decía que vuelvo a apelar a los futbolistas del Valencia CF porque temo que no sean conscientes de la importancia que tiene para el valencianismo el partido ante el Levante UD.

Una cosa es que el aficionado hay asumido que la temporada es un fracaso y que reaccione como considere y contra quien considere, y otra asumir que además, por primera vez en la historia el Levante UD va a terminar por delante del Valencia CF en la clasificación. Que es la consecuencia del buen hacer de unos y el mal hacer de los otros no es necesario recordarlo de nuevo, pero de la misma manera que Los Ballesteros, Juanfran y compañía inculcaron en el vestuario granota la importancia que tiene para el levantinismo ganarle al Valencia CF en el Ciutat, alguien -y obviamente estoy pensando en los capitanes- ha de hacerle ver al vestuario blanquinegro que una cosa es no meterse en Europa y otra tener el dudoso privilegio de ser el primer equipo que termina por detrás del Levante UD, dicho con todo el respeto para el Levante UD. En definitiva, que uno ve al vestuario granota sensibilizado con lo que piensa su aficionado, y ve al vestuario valencianista muy responsabilizado en sacar al equipo del agujero. Y lo han hecho. Y enhorabuena por ello porque se merecen la gratitud eterna del valencianismo por el ejemplo que han dado en muchos momentos en situaciones que podían convertirse en dramáticas, pero el trabajo no ha terminado. El derbi de la ciudad de Valencia CF y lo que representa es algo muy serio. Poca broma que el Levante UD irá a por todas, como toca.

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