Sobre la oposición a Peter Lim

Al abandonar el cobijo del club, la Agrupació asumió un reto que exige vigor

Sobre la oposición a Peter Lim

Sobre la oposición a Peter Lim

No me gusta nada que la plataforma de Torino a Mestalla se desangre. Muchos de los colectivos que la formaban la han abandonado y no es buena señal. Prefiero que haya una oposición organizada ante la mala gestión de Meriton. Pero no soy nadie para decir a unos y otros qué hacer, si unirse, separarse o almorzar cada domingo. Sí me llama la atención que la gran mayoría de los que han abandonado la plataforma de Torino a Mestalla lo hacen con bonitas palabras para la persona que en teoría tenía que aglutinar tantas sensibilidades diferentes, Juan Martín Queralt, pero se van de la plataforma que él lidera y él ideó. Y muchos se han ido echando pestes de Fede Sagreras, presidente de la Agrupación de Peñas. De Queralt digo que sus intenciones están preñadas de valencianismo y eso merece respeto, pero el Valencia CF necesita algo más que intenciones. De Fede Sagreras simplemente que él sabrá si el viaje le está mereciendo la pena.

Me interesa poco Sagreras y lo digo desde el respeto, me interesa más la Agrupación de Peñas como colectivo valencianista. Me interesa la institución, lo que representa y lo mucho de bien que hace por fomentar el valencianismo porque eso está muy por encima de quien la presida. Y me gusta pensar que esto lo piensan todos cuantos la han presidido. Sin querer ofender a ninguno de los colectivos que han formado o todavía forman la plataforma de Torino a Mestalla, ninguno tiene la capacidad de la Agrupación. Se valora poco la tremenda implantación territorial de las peñas valencianistas. La sensación de estar en un pueblo de la Comunitat y ver un local con un cartel que dice Peña Valencianista es gratificante. Por eso creo que el gran error de Anil Murthy fue el desalojo de las peñas, lo considero peor que el gesto de mandar callar a Mestalla. Los dos esconden, o mejor dicho, los dos explican una manera de entender las cosas que no sirve para el fútbol en general y menos para el Valencia CF en particular, pero uno es un gesto que puede ser instantáneo, instintivo o consecuencia de los nervios, y el otro, tirar a la Agrupación del local, es premeditado, hay reflexión en él, no reacción de supervivencia. Por eso uno es peor que el otro. Siendo las dos graves una es peor.

Y todo esto viene a cuenta de que me preocupa la Agrupación de Peñas. Nada se sabe de ella. Nada dice. Cuando decidió tomar un camino que no es ir de la mano del club -no se me ocurre criticar esa decisión porque fue tomada de forma democrática por los peñistas que son quienes dan vida y la componen- asumió una serie de consecuencias que exigían un vigor que ahora no detecto. Y me gustaría equivocarme porque acertar supone que la Agrupación deje de ser lo que hasta ahora ha sido, un dinamizador del valencianismo. Sin los beneficios que para cada peña o peñista supone ir de la mano del club, la Agrupación necesita dar un paso adelante y exhibir un dinamismo que no detecto más allá de unirse a la plataforma Torino y, en teoría, provocar que algunos de sus miembros se vayan. O al menos eso han dicho varios de los que se han ido, que se van por Fede Sagreras, pero ojo, no exactamente por la Agrupación.

Tal vez, y lo lanzo a modo de idea, sea el momento en que su presidente decida si pelea porque la Agrupación siga generando valencianismo, especialmente allá donde el valencianista se encuentra en territorio comanche, o si pelea por el Valencia CF. Digo esto asumiendo que lo ideal sería que fuese capaz de hacer las dos cosas a la vez pero yo no lo veo. Digo más, no sé hasta qué punto defender al Valencia CF es mantener a la Agrupación viva con todo lo que ello representa, porque el concepto de generar valencianismo está, afortunadamente, por encima de Peter Lim.

Esa debería ser, en mi humilde opinión, su pelea. Repito, no critico el posicionamiento de la Agrupación porque está plenamente justificado, solo me pregunto cuál ha de ser su papel en adelante. La mejor manera de hacer oposición es ganar en músculo valencianista y a la vista está que en la plataforma no lo han ganado, pero como dice Rosendo, yo solo hago rock and roll, y no voy más lejos.

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