"Lo ficharía, sin duda". La prensa especializada que ha seguido al detalle la carrera de Luís Nani despeja las sospechas. El portugués no es un líder sólido, pero tiene una calidad tremenda. La apuesta merece la pena por la variedad de recursos que puede ofrecer sobre el terreno de juego. Con 29 años, el atacante portugués es un futbolista maduro, un buen profesional, aunque mantiene un estilo de vida particular. Cuando está motivado, cuando se siente importante, vuela. Si García Pitarch y Ayestaran le brindan el contexto adecuado será capaz de marcar la diferencia. Así lo ha demostrado en el Manchester United, en la selección portuguesa y en las dos últimas temporadas, claves para entender al futbolista que puede fichar el Valencia CF.

No hacen falta demasiadas presentaciones con Nani. Su juego y su vida son uno. Hijo de inmigrantes caboverdianos, creció rodeado de penurias y sufrimiento en los suburbios de Lisboa, allí dedicaba las horas al fútbol, también a la capoeira (origen de sus celebraciones con mortales), cuenta la leyenda que con Manuel Fernandes.

Figo, Simão, Quaresma, Cristiano€ El siguiente crack producido en el Sporting de Portugal era Nani. Las expectativas han sido otra de sus cargas; más bonito que eficaz o continuo, ha tenido condiciones técnicas y físicas para bastante más. El Manchester United invirtió en él 25 millones de euros cuando sólo tenía 20 años, le costó romper a la sombra de Cristiano. Tras su marcha al Madrid, Nani arrancó, llegó a conquistar una presencia en el once del año de la Premier 2010/11, firmó nueve goles y 19 asistencias, pero la irregularidad y los problemas físicos le machacaron durante dos largos años (en el momento del gran salto en su carrera) hasta desenfocar su figura.

Triturado, decidió regresar al Sporting con una intención: jugar, tener continuidad y volver a ser competitivo. Acertó. Incluso ganó la Taça. Casi siempre actuó como extremo izquierdo (con Carrillo por derecha), libre para encarar y trazar diagonales. Diestro, desde esa posición explota mejor su tremendo disparo de media distancia. Nani tiene salida por los dos perfiles y es un magnífico centrador. Encara y obliga a recular a su marcador por su variedad en el regate. Además, realiza movimientos realmente interesantes, dentro fuera y fuera dentro, por eso funciona como segundo delantero. Llega a posiciones a gol y es un buen cabeceador. No es un jugador de enlace o brillante recibiendo de espaldas; mejor si ataca de cara, al espacio.

El verano pasado apostó por el proyecto del Fenerbahçe, por una Süper Lig turca llena de viejas glorias, como Mario Gómez o Sneijder, y talentos incipientes. Si bien, en ese contexto, alejado del primer nivel europeo, se ha vuelto a manifestar como un jugador determinante por su capacidad para asistir desde las dos bandas o golpear como segundo punta. El rating estadístico de OPTA le reconoce como uno de los mejores jugadores de la temporada. No es casualidad.