Genial. Si en su día se dijo que la compra y posterior venta de acciones de Paco Roig se estudiarían en las Facultades de Economía, la marcha y retorno de Manuel Llorente al Valencia deberían analizarse como una de las estrategias político-empresariales más brillantes de la década. Volver adónde te obligaron a irte con el voto y beneplácito —obligado, pero beneplácito— de la persona que te empujó a marchar, es digno de un gran estratega. Me descubro ante él y le auguro éxito, el mismo que le deseé de corazón cuando fue al Pamesa y que no tuvo. Todos merecen una segunda oportunidad y en este caso más, por ya haber demostrado su valía y en este caso valentía.

Salida en silencio y vuelta a hombros

Manuel sale del Pamesa en silencio y por el patio de cuadrillas tras dos años en un puesto donde nunca fue feliz y por ello se aburría aunque había mucho por hacer y cambiar. Y entra en el Valencia bajo palio, a hombros y por la puerta grande, con la bendición del más honorable y de quien controla la deuda —Bancaixa, con quien ya una vez negoció y salvó al Valencia de la quiebra—. El tridente formado por Manuel Llorente, el eficiente Javier Gómez y mi entrañable y querido Vicente Andreu puede ser tan letal en los despachos cómo el formado por Villa, Silva y Mata en el césped.

Perdonar sin olvidar

No me gusta dar consejos aunque siempre cometo el error de darlos, creo que es mejor recibirlos, pero me pierde la boca. Incidiré en el error. Manuel, no olvides que algunos de los que ahora te aplauden y vitorean en tu retorno son los que en tu salida te escupieron, lapidaron y hasta te quisieron silenciar oficialmente. Recuerda con los pocos amigos que reías entonces a la vera de Blasco Ibáñez. Fuiste a pedir explicaciones y se asustaron, pero tú sabes la verdad. Ahora te tienen que jalear, te han devuelto desde las alturas la vara de mano. Perdonar es bueno, pero no olvidar es genial.

Buena aclaración

Juan Roig quiso dejar claro ayer en un comunicado que ni tiene que ha tenido ni tendrá que ver con el Valencia CF —bastante tuvo con Paco—. Buena aclaración, pero también tendría que decir que tampoco promovió ni le gustó que en los dos últimos años por la sede del Pamesa pasarán de forma habitual jugadores, ex jugadores, empleados, ex empleados, consejeros, ex consejeros y algún correveidile del Valencia CF. Movimiento intensificado en las últimas semanas, cuando supongo que se estaba diseñando el nuevo Pamesa. Juan debe saberlo, para eso tiene unos ojos en el club que le informan de todo.

Construir un gran Pamesa

Es momento de apoyar en el Pamesa y construir un gran club. Una buena ocasión para abrir las ventanas, refrescar el ambiente y hacer el cambio estructural y humano que precisa la institución. Juan Roig ha demostrado que importando una buena idea, mejorándola y adaptándola a nuestra idiosincrasia se puede construir una empresa ejemplar y líder. Por ello observemos los modelos que funcionan, Unicaja y Tau, y creemos algo todavía superior. Allí, con un buen presidente ejecutivo o director general que saben de basquet —Querejeta en el Tau y Juanma Rodríguez en el Unicaja— y un técnico de primer nivel se ha triunfado, no hace falta más. Incidir en el error de trasportar ejecutivos de otros sectores al baloncesto no ha servido, y a veces la solución la hemos tenido y tenemos muy cerca, pero no la vemos.