Mucho trabajo tiene por delante Perasovic para recuperar a un equipo que da claras señales de andar en construcción y sin señales de identidad. Pero lo peor ya no es que el Valencia Basket ofrezca un mediocre espectáculo, lo preocupante es que el público ha dicho basta y ha dejado de ir al pabellón en un número considerable —por mucho que se mienta de forma ridícula en la estadística, las sillas vacías no engañan—. Los abonados venían anunciando su enfado con la abstinencia desde hace tiempo, pero desde el club no se ha querido o no se ha sabido verlo, quizás por que algunos están más dedicados a enredar para conservar el puesto y a hablar con el entorno para cuidar su imagen por encima de la entidad, en lugar de trabajar y gestionar para cumplir con el espíritu de la Cultura del Esfuerzo.

Motivar

Juan Roig no se merece sufrir como el otro día en la Eurocup ni ver las gradas vacías después del esfuerzo que ha hecho, aunque él sea el responsable de tener a quien tiene en el club, personajes que por aplicar la política de «no hay que darle disgustos al jefe» —muchas veces para evitarse la bronca— acaban por ocultar la realidad al mecenas, algo imperdonable en el mundo empresarial y que no reporta nada bueno. Es necesario volver a motivar a los espectadores, hacerles creer en este proyecto. Hace un año las gradas estaban llenas de ilusión con el equipo de Pesic, un tipo tan efectivo como complicado en el trato, pero que nunca debió irse. Al igual que pasó con el brillante Neven Spahija. El Valencia Basket necesita reinventarse, encontrar sus paradigmas y saber que quiere o, antes de los que nos creemos, volveremos a estar como hace tres años, sin futuro.

Perasovic, sin prisas

El VBC con Perasovic volverá a jugar bien si hay paciencia, pero el primero que la debe tener es el entrenador. En menos de una semana intenta cambiarlo todo y los jugadores «no tienen el cuerpo para ruidos». Tras tantos problemas necesitan asimilar poco a poco los conceptos. ´Peras´ quiere que el equipo tenga su identidad atrás, defienda fuerte y corra. Si lo logra, que lo logrará, será un éxito. Es un buen técnico. Pero si además quiere que, en pocos días, se absorban varios sistemas de ataque... algunos pueden bloquearse. Hay tiempo para recuperarse y el objetivo es ganar una Eurocup en la que, hasta jugando mal, el camino a la final es dulce.

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