Para los mandamases del fútbol mundial la realidad parece que no existe. El fútbol es una vida virtual, una realidad alternativa, una cuarta dimensión en la que ellos disponen como si de un videojuego se tratara. En su mundo paralelo no parecen existir guerras, ni hambre, ni dolor, ni constituciones, ni leyes, ni tribunales de justicia ordinarios, ni causas de fuerza mayor. Únicamente se deben a sus disposiciones, a sus reglamentos y a sus consideraciones. Podemos estar de acuerdo en no judicializar el mundo del fútbol de forma expansiva, lo que impediría mantener la estructura de plazos y resultados inherentes al mismo, pero lo de obviar que hay un país al borde de la guerra civil me parece massa per a la carabassa. La risa es que al parecer no fue la UEFA quien atendió a razones, sino que como el Gobierno de Ucrania decretó dos días de luto nacional y la suspensión de todos los eventos, el organismo futbolístico no tuvo más remedio que buscar alternativaspara el partido. Chipre es un comodín en el tablero, la oca en la que caes cuando no sabes dónde jugar, la granja de Facebook, el ideal uefiano, un país amable de mezcolanzas no mal avenidas sin clara identidad nacional, y a 20 grados. ¡Exportemos allí todas las ligas!

Dietas y kilometrajes

El pollo de mandar a la expedición valencianista al aeropuerto y facturar camino de Kiev sin contemplar dimes ni diretes, contraviniendo el instinto de supervivencia del ser humano, por el único motivo de que cuadren los Excel, nos deja a los aficionados ´flipaos´ y a los futbolistas ´acongojaos´. La foto de Rufete dando explicaciones a los jugadores desconcertados no tiene precio. No hacía falta que nos tuvieran en vilo así. Ahora bien, una vez se echa marcha atrás, ¿quién cubre determinados gastos? El avión que trasladaba a la expedición tuvo que esperar más de una hora a ver si mandaban por escrito la contraorden. ¿Quién costea la tarifa? El cocinero oficial estaba en Kiev y salió de soslayo con la expedición del Dinamo, pero la compra ya estaría hecha y se quedaría en Ucrania. ¿Invita la UEFA? Y lo de buscar el hotel en Nicosia en el último minuto y llevar al equipo al mismo desde un nuevo aeropuerto también habrá salido mucho más caro que calcularlo con semanas de antelación. ¿Ese sobrecoste quién lo cubre? Sólo había que ser realistas y asumir que en Kiev la cosa estaba calentita. Cosas así influyen en la recuperación de los jugadores y quizá puedan tener su repercusión hasta en Granada.

Estamos muy locos

La enajenación de la realidad no es patrimonio exclusivo de la UEFA. La FIFA también se cubrió de gloria dando el Mundial del año 2018 para Europa a Rusia y el siguiente filantrópicamente a Qatar. Y en España tenemos la última dosis de irrealidad con la multa de 2.000 ´titos´ a un futbolista del Jaén simplemente por mostrar una camiseta cutre en apoyo a niños con cáncer. Como los políticos, los dirigentes de las federaciones y los comités van a su bola, se la suda el mundo y sus problemas, demuestran nula sensibilidad con el personal de a pie. Alejar el fútbol de la cordura en tiempo de penurias atrae a los ´colgaos´ como la melaza a las moscas. La mejor forma de luchar contra eso es actuar con lógica, aplicar sensatez, equidad y austeridad en las decisiones que cada uno tiene en función de su potestad. En definitiva, conseguir que el fútbol esté en consonancia con la realidad de los tiempos. Distanciar el negocio de la sensibilidad social conlleva antipatías y un caldo de cultivo para filias y fobias. Y el problema es que luego pagan justos por pecadores y la torta se la suele llevar el que no tiene culpa. Verbigracia, el Villarreal y su pacífica afición.

Pim, pam

En el exilio de Chipre el Valencia se sintió cómodo, sobre todo porque logró mantener la portería a cero de nuevo y metimos dos chufos que dejan la cosa bastante clarividente en la eliminatoria. El partido nos muestra lo mejor que podemos esperar del equipo este año. Lo más destacable es que Edu Vargas, recién llegado, con todo el pastel que había montado, con todo en su contra para brillar, con las gradas vacías tan tentadoras para pasar desapercibido, va y mete un cocorotazo que lo posiciona en el punto de mira. Lo miras y sabes que este chico va a dar guerra. Y luego está Soso Feghouli, que ha renacido y me da la razón frente a tantos comeorejas que he tenido alrededor en Mestalla. Mañana acudirán como la seda. Ahora toca el Granada y tratar de trepar como sea por las faldas de la diosa Europa.