Desde el pozo de la ignorancia en el que vive el ciudadano de a pie uno nunca sabe bien qué pasa en las altas esferas: si existe realmente la teoría de la conspiración, si los alienígenas están entre nosotros, si Elvis está vivo, si Paul McCartney la palmó con veintiocho o si Javier Tebas ya conoce al ganador de la próxima Liga. Por ello resultaban tan reveladoras las declaraciones de Amadeo Salvo cada vez que se ponía delante de un micrófono a soltar delicatessen a los dirigentes de Bankia y a ese lobby valenciano que, al parecer, mareaba la operación. Poco a poco el personal se fue calentando y, cuando vimos que quedaban apenas veinticuatro horas para el fin del plazo, la gente se lanzó en tromba a las calles, como la ira racial despertada en Ferguson, Missouri, por la muerte de un chaval negro. Parecía una de esas pelis americanas en las que el pueblo sale a exigir justicia y el sheriff se acoquina. El presidente cogió un avión a Singapur, una vez más, al más puro estilo Air Force One, o sea, como tú cuando coges el metro a Colón.

Límite: 48 horas

Esta semana echaba cada día de menos el ritmo habitual del invierno de la programación local de tele y radio. Habríamos necesitado a alguien imitando al malogrado Robin Williams para animar la moral de la tropa: ¡¡¡¡Gooood Moooooorrrrrrningggggg Bankkkkiaaaa!!!!! Pero esa noche ya fue ´mono´ de noticias. Aquello parecía la crónica de una muerte anunciada, cuando la operación se iba al garete. La luna de plata bañaba las playas valencianas y nosotros esperábamos la llamada del adiós. Tenía la canción de Raphael incrustada en el coco:¡Qué pasará, qué misterio habrá, puede ser mi gran noche; y al despertar ya mi vida sabrá algo que no conoce! Como la información deportiva de las cadenas nacionales es infumable y estamos en verano me metí en el coche y me fui a dar vueltas por Benicàssim sin rumbo fijo, cambiando las emisoras a ver si decían algo. ¡Qué difícil es ser en este país de un club que no sea madrileño o el Barça, macho. ¡Sólo hablaban de Cristiano, de Suárez y del lío del Murcia! Tebas parece una pop star, suena más en la radio que Enrique Iglesias. Era muy desesperante. El fútbol nacional se ha convertido en un pestiño de radiofórmula para goce y disfrute de madridistas, culés y ahora colchoneros. A veces ponía Ràdio 9 para escuchar el silencio, ¡no te digo más!

¡Una señal!

Me la pelaban todos y todo, sólo necesitaba una línea en alguna franja informativa. Necesitaba escuchar a Churchill animando al personal. ¡Menos mal que la parrilla de la 97.7 llega en breve con maná deportivo! ¡Socorro! Al final me metí en el sobre y me puse a leer Twitter. A falta de pan buenos son tuits. No hay nada que pueda con ese medio de comunicación ahora mismo. Te enteras de todo lo que piensa la peña en cualquier lugar del mundo al instante. Por supuesto, no hay que darle veracidad íntegra, pero al menos nos consolábamos leyendo hashtags y, sobre todo, puedes leer a quien sueles escuchar cuando no está micro en mano. El problema es que esa aplicación aún no es rentable, dicen, pero útil sí es un rato. Y de repente, al día siguiente, cuando ya no daba nadie un duro, empieza a gotear en ese medio la noticia inesperada aunque deseada. Que sí, que sí, que se arreglan, que Bankia acepta una rebaja en las garantías. Sólo queda ese pequeño detallito sin importancia que es la firma final.

¿Y ahora qué?

En realidad no sabemos aún los planes de gestión futurospara el Valencia CF, pero lo que ha dejado meridiano el personal es que no quería a los de antes ni sus negocios. Ahora, negocios habrá, eso es así, no nos quepa duda. ¡Y ojo! Tampoco nos creamos que de repente en un plis plas vamos a reventar las competiciones. Recordemos que este año Europa ni nos mira. Piano piano si arriva lontano. De momento sería bueno leer cosas sobre Singapur, para generar empatía. Al fin y al cabo, nosotros hemos salido en sus noticias. Mientras Lim daba el OK a la operación su hija colgaba fotos en Instagram de la Avenida Suecia, no te digo más. ¡Si es que ya no hay distancias en el mundo! Esta tarde es la presentación del equipo, aunque se entiende que va a haber mucho movimiento de fichas aún. Se habla de Enzo Pérez, Obiang, Filipe Augusto y de las salidas de Postiga, Jonas y Éver forever. El Trofeo Naranja va a estar ´petao´ contra el AC Milan, para que Rami lo flipe. Peter Lim no estará, pero los aplausos de la afición le llegarán por poderes vía Salvo. En resumen: hemos vendido el club. Estamos contentos pero, si lo lees despacio, da mucha pena. Eso sí, no había más remedio. Lo que teníamos era un desastre. Pero, ojo, esto no ha acabado. Esto acaba de empezar. Se abre el telón y sale al césped un equipo blanc i negre€ Amunt.