Las expectativas eran muy elevadas sobre este grupo y su entrenador. Tan altas estaban -se habló de candidato a ganar la Liga- que cuando se cruzaron un par de resultados adversos la misma gente que había enloquecido de pasión -se habló de renovar al entrenador- enloqueció de desconfianza. Ahora resulta que el problema es la plantilla, que es...¿corta?

La plantilla no es corta, es joven, inexperta y sólo está desequilibrada o justita en el lateral derecho, donde Pereira no cuenta, Cancelo está muy verde y sólo Barragán da el nivel en una demarcación en la que el mismo Barragán, siendo exigentes, llega justito, aunque cumple. En el resto de posiciones está bien cubierta si llega Enzo a la medular. En la banda hay piernas y desborde y arriba, mucha pegada. ¿Corta?, ¿de verdad?

El equipo, además, sin competir en Europa, tiene menos desgaste que en otras campañas si el técnico administra bien el esfuerzo y los cambios de sus mejores peones. Otro debate es que no lo haga. El martes, se demostró que Vezo y Orban necesitan más minutos. El portugués, sin la compañía de Otamendi y Fuego, y jugando, en cambio, con Cancelo y Filipe, no tenía confianza al ver cómo les temblaban las piernas a sus compañeros. Delante de Vezo, que en la primera parte no estuvo arropado por Mustafi, había un agujero negro que se lo tragó también. Más que de plantilla corta creo que el problema es el de administrar mejor los minutos a los no habituales y tener cuidado con las rotaciones porque, cuando son numerosas, jugadores sin experiencia, sin minutos y sin ritmo, mezcladitos en un once atípico, suelen ser un revoltijo que sienta mal.

Tampoco veo al técnico preocupado por el tamaño de su plantilla, porque prescinde de Joâo Pereira y de Zuculini. Lo de que el primero sea peor que Cancelo es una broma y que el segundo esté por detrás de Filipe Augusto es un argumento extraño. No puede ser que Zuculini esté a un nivel inferior. Bien, pues pese a los descartes de Nuno y a que Cancelo y Filipe, de momento, han desentonado, el resto del grupo es suficiente para la Liga a la espera de cómo evolucione la Copa.

Nuno prefiere gestionar un once, más menos, tipo, que era lo que le pedíamos a técnicos anteriores. Un equipo que se pudiera recitar de memoria. A él se pueden añadir cinco jugadores más. Súmales a Enzo. Once más cinco son dieciséis, más Enzo son diecisiete. Y si sumo a Carles Gil, que debería pedir salir cedido, son dieciocho. Para mí son suficientes.