Es lo que uno pide. En general en la vida, y en particular a Nuno con vistas a elegir el sábado portero en El Molinón. Porque el futbol, al fín y al cabo, es una traslación de la vida. Un reflejo de lo que ocurre en un lado acaba ocurriendo en el otro.

Cuando uno hace una apuesta en la vida, ha de tener claras las directrices y ser firme y contundente en la estructura de la misma. Con sus decisiones y sus consecuencias.

Realizar una apuesta de juguete contra una apuesta real y consolidada es una mala política digna de mandatarios apocados, torpes y con una nula visión.

A Nuno le toca apostar a partir de ahora por uno de los dos porteros que poca o ninguna garantía le ofrecen: Yoel y Jaume. Y soy consciente que decir esto suena mal, pero la realidad es que Ryan venía jugando con molestias hasta que se rompió y Yoel fue excluido de la lista de convocados ante el Deportivo de La Coruña.

Aunque, llegados a este punto, creo que es irrelevante el cómo se ha llegado hasta aquí, y es más importante el qué se hace a partir de este punto. Y me explico. Parece que Ryan podría estar listo en unas cuatro semanas (se habla de acortar plazos, pero lo veo tan peligroso...), así que la portería va a estar todo ese tiempo huérfana del meta australiano. Todo ese tiempo (y ahí la base de mi razonamiento), debe apostar Nuno por un portero. El que sea. Si estima que la meta es para Jaume y comete un error de bulto en Gijón, que al siguiente partido no lo pague con el banquillo. Y si le toca jugar a Yoel y tenemos la mala suerte de no convencer, que no vaya al siguiente partido al banquillo. La experiencia en Valencia nos dice que alternando la titularidad con dos buenos porteros, no dispones de dos titulares, si no que acabas teniendo dos suplentes.

En un puesto como la portería la confianza es determinante. Y si no, como muestra bien valga el botón de Alves antes y después de la confianza que le otorgó Nuno.

Y ahora ustedes igual me preguntan, ¿y quién debe jugar, Jaume o Yoel? Mientras las apuestas en la calle son abrumadoramente favorables a Jaume, yo creo que ambas apuestas tienen sus pros y sus contras. Pros: para Jaume, su progresión y juventud. Además de ser un tío con la cabeza muy bien amueblada. Para Yoel, 35 partidos en primera división le contemplan con el Celta. Contras: para Jaume, aún no lo hemos visto en primera división. Para Yoel, no dio buenas sensaciones (a excepción de un encuentro de Copa) cuando le tocó reivindicarse.

Nuno fue portero, y tiene a su lado además a Ochotorena. Confío en la elección del entrenador que es quien los ve día a día. A mí los dos me parecen buenas soluciones. Eso sí, quien sea el elegido que aguante todo el mes. Las apuestas inconsistentes suelen acabar en fiasco.