Me ocurrió el jueves por la noche. Con el guión del Esports97-Nit practicamente cerrado, me fui al control para presenciar junto con Arturo (nuestro técnico de sonido) los instantes finales del partido de semifinales del Europeo de basket. Ese nuevo 2 de mayo del deporte español a nuestros ´queridos´ vecinos nos volvió a todos locos en torno a otra exhibición de la selección de baloncesto, y más concretamente del extraterrestre Pau Gasol.

Conforme han ido pasando las horas (aunque no lo parezca, todo esto tiene relación con el Valencia. Ya verán) me he ido dando cuenta de algo. Se establecía un vinculo emocional con cada canasta de Gasol. Las chillábamos. Gritábamos un «¡sí!» largo o un «¡vamos!» cada vez que el de Sant Boi anotaba hasta llegar a hacer 40 de los 80 puntos de nuestro equipo.

Pero cuando de verdad nos volvíamos locos era con sus gestos. Cómo lideraba desde esos gritos al infinito tras cada canasta enmudeciendo a más de 20.000 franceses a los que les ´jode´ más que les ganemos Roland Garrós, el Tour o los eliminemos en su casa, que el hecho de que Hollande les pueda subir los impuestos. Cómo generaba empatía con cada mirada desafiante a los árbitros o a los rivales. Y cómo nos ponía la adrenalina y la testosterona por la nubes cuando se daba golpes en los pectorales con los puños cerrados. Pau, además de un enorme deportista, es un líder. Arrastra al equipo en su liderazgo y les hace ser mejores porque creen estar guiados por alguien inquebrantable, y eso multiplica tus cualidades.

Y yo ahora me pregunto, y en el Valencia CF, ¿quién chilla ante la grada rival? ¿Quién mira desafiante al rival o al árbitro? ¿Quién se da golpes en el pecho a puñetazo vivo? Puede que el equipo tenga un problema de fútbol, innegable. Pero creo que también lo tiene de falta de liderazgo. Porque precisamente los dos tipos que más tiraban del carro en ese aspecto, a día de hoy, no los tienes.

Alves, quien tomaba la voz cantante durante la piña de jugadores antes de comenzar, y Otamendi. El argentino que montaba una trifulca ante Mandzukic en el Calderón tras encajar el 1-0, con el equipo apocado mientras atronaba el graderío. Un ´quilombo´, dos gritos a los compañeros y más de uno se ponía en fila tras el efímero central con la presencia de ánimo recuperada.

¿Y ahora? No veo a nadie en ese rol. Abdennour acaba de llegar y no le veo esa cualidad (sí otras muchas). Parejo o Enzo son quienes manejan las riendas en el centro del campo, pero no los veo dándose puñetazos en el pecho...Parece que se va encaminando Mustafi, pero es algo frío. Quizá Negredo si cuaja, pero aún no sabemos si ha vuelto del todo. El año pasado nos hartamos de hablar del liderazgo de un Nuno hoy discutido. Tanto, que el miércoles podría haber salido al centro del campo al final del partido a animar a Jaume tal y como hizo en Gijón... ¿Quién es hoy el líder del Valencia? Quizá ahí radique una parte del problema.