Eddie Jordan, el «tonto del pueblo de la Fórmula 1», como le bautizó Ron Dennis, preguntó a Vettel si su gran victoria de ayer era una «señal del futuro», refiriéndose al gran cambio de escenario por el dominio de Ferrari y la, por qué no decirlo, debacle de Mercedes. El abandono de Hamilton y la discreta posición de Rosberg les dejó fuera de su habitual podio y parece abrir la puerta del fin del dominio de los de la marca de Stuttgart. Pero no lancen las campanas al vuelo, aunque en Maranello lo hagan. Mercedes, en una de las pistas donde su motor tenía menor ventaja sobre el resto de coches, cometió un error de equilibrio con el chasis y no suppo sacar partido a sus gomas. Suzuka pondrá las cosas en su sitio.

Un futuro que ya es presente

Ferrari ganó y Redbull subió al podio sí, pero aunque destronaran a los Mercedes no vimos ni un solo adelantamiento entre los tres del podio. La diversión la pusieron los debutantes de Toro Rosso, los jóvenes que son futuro y ya presente en la F1. La batalla entre Verstappen y Sainz trajo además polémica: Max, incapaz de pasar a «Checo» Pérez, se negó a ceder la plaza a Carlos para que lo intentara el madrileño. Las órdenes de Xevi Pujolar en radio -en tres ocasiones- le resbalaban al holandés, que le negó a su compañero la posibilidad que él sí le ha concedido en carreras anteriores. Algunos llegan a campeón como tiburones y se ve que Max tiene la mandídula afilada y las orejas llenas de mantequilla.

Quien, ante un presente de pesadilla, debe estar impaciente por que el futuro llegue ya debe ser Alonso: en una pista donde tenían los puntos en el bolsillo y donde la falta de potencia del tímido motor Honda no era tan decisiva, el McLaren volvió a abandonar por problemas de fiabilidad.

Esperemos también que el futuro de Mehri no se quede solo en las dos últimas carreras de esta temporada, después de la llegada de Alex Rossi al equipo Manor con su maletín lleno de dólares. Teto no pudo conseguir el patrocinio de una compañía de comunicaciones, más difícil si cabe que darse de baja en una de ellas ¡Qué lástima!