El Valencia tiene un partido crucial esta misma tarde-noche. El duelo frente al Olympique de Lyon tiene que marcar un antes y un después en la mínima historia del Valencia para este año. Vale la victoria, naturalmentre, pero si me apuran también sería un resultado más o menos negociable el empate. Todo menos perder. Ponerse con cero puntos a esta alturas de esta fase incial de la Champions sería casi un pecado mortal. Ahora bien, no voy a divagar sobre lo malo que le puede acontecer al Valencia. Confío plenamente en los hombres que ha elegido Nuno para este partido „si al final juegan los previstos„ que de alguna forma vienen a ser prácticamete los ´cracks´ de la temporada pasada. ¿Nuevos? Pues prácticamente los obligatorios. El portero de la cantera Jaume Domènech, que tiene toda mi confianza, y el central Abdennour, que obviamente ocupa la plaza del traspasado Otamendi.

Segundo duelo

Es obvio que empezar la fase de clasificación de la Champions perdiendo en casa como le pasó al Valencia te obliga a modificar muchas cosas... y fundamentalmente te obliga a cambiar la idea inicial de jugar con relativa calma ante el Olympique de Lyon. El Valencia prácticamente se juega el todo por el todo en este segundo de la Champions y ante un rival francamente potente en su casa. ¿Perdido? Ni hablar, no digo eso. Sí digo que el Valencia tendrá que poner toda la carne en el asador y jugar un partido serio. ¿Y es capaz? Por supuesto. De entrada la alineación de Nuno es un canto a la normalidad y los jugadores elegidos para cubrir este choque casi imprescindible saben lo que se llevan entre manos. Nuno ha recapacitado „de lo que nos alegramos„ y está en manos de los propios futbolistas cambiar la visión inicial que nos ha dejado la Champions.

No va bien, pero...

Vale, sí. el Valencia no está jugando bien a fútbol e incluso podemos decir sin margen de error que los jugadores incorporados esta temporada necesitan algo más que su juventud. De acuerdo. ¿Y? Pues que el duelo ante el cuadro francés es mucho más que un simple duelo. De entrada forman una escuadra potente y juegan en su casa. ¿Y? Pues que nada, con el equipo más o menos sólido que va a sacar el Valencia CF debería bastarle para sacar los tres punto en litigio... pero siempre a poquito que juegen bien. Si salen con la empanada de los últimos partidos al Valencia le costará sacar algo positivo aunque juegan los teóricos hombres que deben jugar. Pero miren, hoy me siento optimista, al menos mientras escribo esta columna, y estoy convencido de que a parte de esas pruebas casi imposibles como ha hecho el Valencia hasta ahora, este equipo tiene un margen de mejora importante. Y confío en esa mejora... vital para seguir vivos en la Champions.

Punto final

No queda mucho que añadir. Yo confío en este Valencia CF. Es más, el Valencia que hemos visto hasta ahora era la conjunción de un despropósito casi permanente. Cambios masivos y poco juego que se pueda considerar más o menos reconocible. ¿Y? Pues que hoy es el día bueno y hoy es el día en que Nuno se deja de experimentos. El Valencia tiene que ganar este duelo y tiene jugadores de sobra para hacerlo. Poder, puede. Y yo confío que esta noche, cuando todo acabe, miraremos la clasificación del grupo y la Liga de Campeones de otra forma. Yo confío. ¡Vamos!