Más mala leche, imposible. Parece hecho con toda la mala intención del mundo. Meter este derbi en la previa de la noche de Halloween tal y como llegan Valencia y Levante es un canto a esperar que prenda la mecha en cualquier momento. Es cierto que mucho peor arranca el Levante el derbi en la tabla clasificatoria, pero mirándolo fríamente quien tiene más dinamita alojada bajo su trasero es el Valencia.

Los granotas han atajado el conato de incendio cercenando la cabeza de un Lucas Alcaraz que nunca debió de comenzar la temporada ya que -por mucho que se niegue- había más dudas que certezas. El tiempo acaba por sacar a la luz estas cosas.

En el banquillo de los locales está la cosa mucho peor.

Tras la imagen del Calderón, Nuno pasa por su peor momento en Valencia y ni su intento por mostrarse más cercano parece que vaya a aplacar el incendio que su propia torpeza generó este verano. Nuno niega ser el monstruo que dice «han construido algunos». Al monstruo de Frankenstein lo creó Frankenstein. Al monstruo de Nuno -por mucho que culpe a los periodistas-, lo ha construido Nuno.

Al entrenador le ha explotado su ego entre las manos y esta detonación ha acabado por salpicar al equipo. En su fútbol, y en su carácter. La exhibición de poder ilimitado del entrenador ha sido un mal negocio. Y sobre todo, va camino de ser un mal negocio para su amigo y jefe Peter Lim.

Pero ello no me quita de hacer más reflexiones por impopulares que sean. Porque eso no significa que aplauda a Nuno, pero de ahí a que el portugués sea el culpable de todo, no me lo trago.

Mantengo la teoría de que en ocasiones es conveniente menear el árbol para que no se instale la tranquilidad. Y que algún futbolista vive muy tranquilo parapetado tras la impopularidad de su entrenador. La animadversión que provoca el portugués en el valencianismo de a pie es ahora mismo un escudo de tal tamaño que desvirtúa cualquier debate que incluya -de manera plena o tangencial- su figura. Pero que si el entrenador -esta temporada- no está rindiendo como se espera de él, hay algún/os futbolistas que tampoco están rindiendo como se espera de ellos -ni esta temporada, ni la anterior-.

Este año no hay polémica de precios de entradas, ni amago de plante de no ir al palco del vecino. Hasta prácticamente ayer no hemos hablado de este partido y de lo que supone la rivalidad vecinal.

Cuando se espera mucho de los derbis, suelen decepcionar bastante. Este año el derbi viene en un perfil bajo, así que tengo la impresión que el de esta tarde va a dar mucho que hablar. No olviden que esta noche es Halloween. Ojito con los difuntos...