Despidió Gerland con sendas derrotas en Champions League y Ligue 1, está a 19 puntos del Paris Saint Germain y su entrenador se encuentra más fuera que dentro. Hablamos del Olympique de Lyon, que llega al partido de esta noche en Mestalla en uno de los momentos más críticos de la temporada, y, tras ser humillado el pasado domingo ante el recién ascendido Angers (0-2) en el último partido de la historia del Olympique Lyonnais en Gerland —se traslada al Stade Des Lumières a partir de 2016—. Ahora, se presenta en Valencia entre algodones, pero con la idea de que ganar al conjunto de Neville puede ser un punto de inflexión antes de terminar el año.

Fékir era la clave

Pero, vayamos por partes. ¿Por qué el Lyon está atravesando semejante situación si la temporada pasada estuvo cerca de quitarle la Ligue 1 al PSG? El detonante tiene nombre y apellidos: Nabil Fékir. El canterano, que la temporada pasada se erigió como el líder absoluto que tanto añoraba el Lyon desde tiempos atemporales, sufrió una lesión que le ha dejado seis meses inactivo de los terrenos de juego. Tras la lesión, el OL, que la temporada pasada nunca fue un equipo que practicó un fútbol maravilloso, pero que gracias a Fékir tuvo opciones de ganar la liga, no ha sabido responder a la baja. A ella, también hay que sumar las bajas de Grénier —aunque ya ha vuelto pero sin ser el mismo de antes—, Kalulu —importante a pesar de sus 18 años en el inicio de temporada-—y de Jallet, fuera dos meses de los terrenos de juego.

Tensión con Fournier

Además de la carencia de jugadores personalistas, el Olympique Lyonnais también tiene en su haber situaciones extradeportivas. Por una parte, la relación de los futbolistas con Hubert Fournier nunca ha sido fructífera. Algunos, como Alexandre Lacazette han llegado a pedir su dimisión y han explicado en rueda de prensa que nunca han entendido el funcionamiento táctico del equipo. El propio Lacazette, que habla más por la boca que por las botas —infinitamente inferior sus cifras goleadoras respecto a la temporada pasada— no se encuentra cómodo con Claude Beauvue en el terreno de juego y es más, han llegado a dejarse recados en rueda de prensa. Para más inri, el mismo Beauvue fue desconvocado del partido del pasado sábado ante el Angers tras un encontronazo con Fournier, aunque esta vez, sí ha entrado en la convocatoria para jugar el duelo europeo en Mestalla.

Lío con Valbuena

El que sí que no jugará ante el Valencia será Mathieu Valbuena. Lo que no sabemos si por lesión o por decisión técnica, ya que el ex del Olympique de Marsella, tras perder el sábado ante el Angers, declaró que el Lyonnais no es un gran equipo para él. Declaraciones turbulentas que podrían haber exacerbado a Hubert Fournier a dejarle fuera de la convocatoria. Sin Valbuena, parece que será Grénier quien tenga el cometido de tirar del carro de un equipo que es la contraposición del de la temporada pasada.

Esperanza en 2016

Situaciones extradeportivas, lesiones constantes, fichajes que no están dando la talla —Sergi Darder, Claude Beauvue y Mapou Yanga-Mbiwa muy lejos de su nivel—, nuevo estadio que presionará para acabar la temporada en Europa y Nabil Fékir. En el mes de marzo está prevista la vuelta de la estrella del equipo de Rodano y a día de hoy, es la noticia más esperanzadora en el seno del club de cara al 2016. De momento, su primera estación para erradicar su crisis es Valencia. Veremos si Fournier da con la tecla definitiva y el Lyon cierra su nefasto fina de temporada con una victoria en Europa, que vendría bien.

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