Pero lo digo en francés. Como los croupieres de los casinos y en la lengua que domina Feghouli. Así lo entendemos todos (incluído él). Voy a comenzar con la respuesta, y luego amplío. No sólo el Valencia ha hecho bien en expedientar a Feghouli, sino que si no vuelve a vestir la camiseta blanquinegra, mejor para todos. La diferencia se marca partiendo del «no puedo más» pronunciado por Santi Mina tras el cambio el domingo hasta los tres escasos minutos de bici estática que hizo Feghouli cuando se le mandó ejercicio fisioterápico el domingo, tras aducir el argelino que le dolía el tobillo y que por eso no haría el entrenamiento post partido tras la victoria ante el Sevilla.

Los dos extremos de la implicación. Feghouli hace meses que ya no está en el Valencia CF. Sí su cuerpo, no su mente ni su voluntad. Se esfumaron cuando Nuno Espírito Santo, que estaba entregado al argelino y estaba dispuesto a pagar su renovación al precio que fuera, desapareció de la escena.

En cualquier otra situación cabría el beneficio de la duda, pero el historial de Feghouli no ayuda a sostener ninguna presunción de inocencia.

Abandonó el Grenoble haciendo lo mismo que ahora (o sea, dejando que se extinga su relación contractual) y allí le valió estar apartado y no jugar. Tras llegar al Valencia fue cedido al Almería y allí se negó a subir al autobús para realizar un desplazamiento a un partido de liga. Tras volver al Valencia, Manolo Llorente se ve obligado a renovarlo tras una soflama de Paco Roig en una junta de accionistas en el paseo de La Petxina. La respuesta fue volver tarde de la Copa de África de Naciones y estar un año casi desparecido... No son buenos los precedentes. Me encanta el Feghouli enchufado. Tiene desborde, gol y asiste.

Sólo cabría preguntarse si no hace tarde el Valencia CF con esta medida. El futbolista estaba ya dando muchas muestras de encontrarse apagado o fuera de cobertura. Probablemente la situación en la tabla ha obligado a esperar a que las aguas vinieran más calmadas para ejecutar. Sin duda buenas noticias el hecho de que la decisión haya sido conjuntamente abordada por entrenador y secretaría técnica. Sí, ya sé que debería ser lo normal. Pero en este club, desde hace décadas, por inusual es noticiable a la par que decisiva. Sin olvidar el otro beneficio -a mi modesto entender- que es el mensaje de firmeza que manda Pako Ayestarán al vestuario: «no todo vale».

Es evidente que Feghouli hace tiempo que planifica su futuro sin el Valencia, y el Valencia debe construir el suyo sin contar ya con el argelino.

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