Llegó el primer fichaje de la temporada 16/17, Luis Nani. El Valencia asume un riesgo añadido en el fichaje (no nos engañemos, cualquier fichaje lo tiene sea caro o barato). Ese riesgo es el del tope salarial de la plantilla. Mientras no haya salidas no se puede inscribir a las nuevas incorporaciones. Pese a los aires de satisfacción que se respiran en el club con la incorporación del portugués nadie puede asegurar el triunfo de esta incorporación. Esta es una oportunidad de mercado que el club decidió no dejar escapar. Y tiene su lógica.

Recapitulemos: si hace un mes y medio alguien nos dice que un futbolista de los destacados en la Euro 2016 se iba a poner a tiro del Valencia CF por 8´5 millones de euros, nadie hubiera dudado en decirle al club que se lanzara a por su contratación. Luego, mirando encuestas sobre el fichaje, veo que no hay unanimidad y percibo desconfianza en su incorporación. Para mí los principales motivos de mirar de reojo la adquisición de Nani son fundamentalmente dos. Con nombres y apellidos, el primero es el fracaso del fichaje de Negredo. Traer a un futbolista con los 29 ya cumplidos tiene el mismo peligro que el del Vallecano, que te lo acabes comiendo con patatas. Pero eso tampoco lo asegura. No le demos más vueltas. ¿Nani mejora lo que tienes en la plantilla en esa(s) posición(es)? Sí, sin duda. Al final será lo que Nani quiera que sea, porque la calidad la tiene. Su predisposición a ser alguien importante en el Valencia la marcará única y exclusivamente su voluntad. Eso no lo pueden predecir ni los que ya lo ven como el nuevo referente ni los agoreros que ya vaticinan su fracaso.

Y el segundo problema que levanta suspicacias en esta contratación es la conexión Portugal-Mendes. Sí ya sé que el futbolista es de Pastorello aunque hay quien asegura que Mendes ha intervenido. Pese a que la frase utilizada por Paco Roig era para dudar sobre Nani, yo voy a darle la vuelta. Miren ustedes, me da igual que el futbolista sea de Pastorello, de Mortadelo o de Bárcenas. Si a ti se te pone a tiro por 8´5 millones de euros un central de 29 años (o un buen medio centro) titular en una de las selecciones semifinalistas de la Euro 2016, hubiéramos matado al club por no aprovechar es oportunidad. Eso es así.

Nadie puede obligarles a ilusionarse con este fichaje. Es más, no niego que tenga dudas también sobre él, pero es injusto matarlo antes de llegar por ciertos antecedentes. Soy consciente de que como haya petardá y el jugador no cuaje, este artículo me lo sacarán algunos y me lo restregarán repetidamente. He sido duro en la pasada temporada con el club, durísimo. Y si vuelvo a percibir hechos como los del año pasado, no dudaré en contar las cosas como yo las veo según la información de que disponga. Pero no podemos criticar una película que aún no se ha emitido. Quien quiera dudar, está en su derecho. Pero ante una oportunidad de mercado como la aprovechada por el Valencia no voy a hacer un Minority Report por su edad, su procedencia o su representante. Lo que sea tendrá que ser el resultante de lo que haga Nani cuando comience a rodar la pelotita. Para el resto, llamen al Tarot de Sandro Rey.

Más artículos de opinión de Manolo Montalt, aquí.