De picnic. Podría haber servido para hablar de la planificación deportiva. Para rebajar tensión y hablar de fútbol, dejando el resto de la institución en stand-by en cuanto a lo que estrés se refiere. Pero en lugar de eso, estamos pasando días de duelo. El valencianismo está de luto porque dos insignias, una representativa del fútbol y otra del aficionado, se nos han ido. Una de ellas es Paco Sendra, ilustre futbolista, miembro inicial del equipo de Mestalla de la 51/52 que renunció a subir a Primera y que jugó en el Valencia del 52 al 62. Uno de los tres suecanos ilustres, junto a Puchades y Mañó, tripleta de la que muchos sólo hemos oído hablar o que hemos visto en fotos y algún video de calidad dudosa. Y sin embargo, piedras filosofales de cómo al aficionado le gusta entender este club.

Ejemplos

Por ejemplo, le dijo no al Madrid. Como algunos otros, de los que ya no quedan. Las hemerotecas dicen que jugó 244 partidos. Era otro fútbol, eran otros tiempos, otras necesidades, otras distancias. Otra filosofía de vida. El otro emblema que se nos fue se trata del seguidor del Valencia CF más querido probablemente no sólo por los aficionados, sino por los propios futbolistas. El hombre que hizo honor al título de la película de Fernán Gómez, El viaje a ninguna parte. Jorge Iranzo iba con su Citröen blanco de cabo a rabo de la península para animar al equipo. Un ejemplo imposible de seguir, porque para eso hace falta más que amor. Hace falta devoción. Todos le querían, y su calendario es ya historia no sólo por su valor nostálgico, sino por la predisposición de su título: la premisa kitsch era ganarlo todo.

El muro

Ha cambiado mucho el fútbol. Por supuesto, también la prensa y el espectador. Pero, sobre todo, el club. La última es que el nuevo director de comunicación ha decidido incomunicar a la prensa, con una garita estilo cuartel, lo que impide que la prensa acceda a las instalaciones del club. Lo de los muros es muy Trump style. Además, aumenta el riesgo de que involuntariamente se haga de un globo-sonda noticia fiable. Como lector, estoy que trino. Todos los días compro prensa deportiva para saber qué ocurre en mi equipo. Y a mí lo que me interesa es el fútbol, no que me hablen del peinado que lleven, si se afeitan o si llevan pelo de cresta. Si me blindan el fútbol, me buscaré otras motivaciones.

Silenzio stampa

Los jugadores son idolatrados y admirados porque todos los días nos cuentan su vida en verso. El aficionado empatiza porque se identifica con el jugador, que está viviendo la vida que el lector querría. Si cierran el grifo, como ahora la selección argentina, indignada porque se dijo que un jugador se había fumado un porrito „cosa que, sea o no cierta, tampoco sería lo peor que he leído de un futbolista„ podríamos concluir que a lo mejor era verdad. Si les da rabia a los dirigentes la corriente crítica, si los jugadores ponen cara de culo de vaso a cada alcachofa que planea por la zona mixta, quizá deberían todos dedicarse a fabricar caucho. Matar al mensajero para luego no controlar lo que ponen los jugadores en Instagram es la anarquía informativa. Veremos cómo acaba.

Blablablás

Al final, como noticias haylas, en lugar de saber qué opinan Enzo o Parejo, que es lo que ahora importa, leo qué opinan Cañizares o Carboni. Y a estos últimos les doy criterio de legitimidad porque han estado en la charca antes y saben hasta dónde cubre el fango. Si es que a cada idea que se les ocurre en las oficinas se parecen más a 13 Rue del Percebe. Lo que debería preocuparles es la sensación de desilusión. El agotamiento de la grada, el ni fu ni fa, el encogimiento de hombros. La exaltación de los sentimientos, a aplausos o a silbidos, demuestran pasión. Si la gente acaba yendo a la romería como si fuera a misa, un poco porque toca, acabará la iglesia vacía. Al tiempo.

Cancelo

Mientras tanto, Ryan se despacha a años luz de la terreta diciendo que se abre la puerta para volar porque aquí no juega. Qué bonito habría sido que lo declarara en Paterna. Pero lo ha hecho en Tailandia. Del resto, poco. Enzo llegó grogui de la concentración albiceleste, Nani ha hecho un mannequin challenge de esos que dan yuyu€ En fin, como no hay fútbol, paja. Lo peor es que si un jugador es protagonista por su juego, como Cancelo, lo siguiente es que el Barça le sigue los talones. Lo de Cancelo, hay que decirlo, puede salirle bien al club. Si se queda, tenemos un jugadorazo. Y si se vende, puede que ganemos una pasta. Todos creíamos que era una locura cuando se fichó por quince ´kilos´, parecía implanteable que pudiera tener margen para hacer caja. Pero el fútbol está loco, loco, loco.

Marketing

La pelotita rueda hoy a la hora de la siesta post-paella contra un Granada que huele a búnker. Hoy hay que ganar. Es necesario. Por Sendra. Por Iranzo. Sólo así podremos aspirar a tener en nuestras manos el próximo verano el calendario del triplete, y no el del doblete. Parece una tontería, pero no lo es. Se trata del calendario de nuestros sueños, de nuestras ilusiones. Y con eso no se juega. Por cierto, me haría ilusión que en marketing del VCF en vez de garitas se pusieran a editar merchandising, coleccionables y videos de jugadores que han sido historia, como Sendra, Puchades o Mañó. Para aprender. Para no olvidar.

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