El mercado apura sus horas y el Valencia deshoja la margarita de fichajes: "Orellana sí, Orellana no…". Pros y contras el jugador tiene, como en todo. Es eléctrico, tiene pase en profundidad, gol, genio, clase. Pero también parece que es algo indisciplinado, por así decirlo. Bueno, ya advirtió Voro que cada uno es como es, y el equilibrio es la base. Con otro tipo al mando —sin ir más lejos con cualquiera de los que ha comandado la nave previamente desde que empezó el Lim Project— me temería lo peor. Pero Voro me transmite tanta calma chicha que viendo que ha recuperado a Parejo, Enzo, Fede y compañía, sabemos que nada va a enturbiar el nuevo ambiente. ¡Somos pocos, tráiganlo! "¡Y también dos huevos duros!".

Centrocampistas

Vivimos en una diatriba. Por un lado, hacen falta refuerzos, estamos todos de acuerdo. Tenemos mucho de lo mismo y poco distinto. Pero, por otro lado, el equipo empieza a parecerse al camarote de los Hermanos Marx. Porque si Enzo y Parejo no salen (y ahora mismo no parece que sea de nuestro interés) y Carlos Soler está que se sale y es intocable, y Mario Suárez cuenta para el míster (aunque desde lo de su foto en Instagram no tiene los minutos que se esperaba, casualidad o no) y Medrán es un jugadorazo del que no hablamos lo suficiente, pero es fácil intuir que anda desanimado... hay muchas fichas. Sin olvidar a Fede, que ahí sigue, en la pomada, ni a Nani, por supuesto indiscutible. Y ello sin contar con que Munir, Bakkali y a veces Santi Mina caen a las bandas y ocupan una plaza del centro del campo.

Zaza

Y aún hay más, que Cancelo ahora es interior, no lateral. Por no hablar de jugadores cedidos que deberían regresar en junio en otras posiciones, como Vinicius o… ¡Negredo! Definitivamente, en este equipo es difícil fichar y al principio los jugadores ahí fuera no lo ven claro, pero cuando llegan no hay quien les mueva, como al ayudante del plomero. Además, tengo la convicción de que Zaza va a llegar para jugar de 9 indiscutible, así que los restantes delanteros van a tener que alternar posiciones. Contra la UD Las Palmas el objetivo es mantenerse rocosos abajo y aprovechar la ocasión que nos otorguen. Y es fácil que tengan algún despiste, dado que están en días agitados, con movidas entre su jugador estrella, Jonathan Viera, y Setién, por sus diferencias en el plano táctico.

Viera

El ex valencianista es de los mejores jugadores que he visto con la pelota en los pies. Tiene clase, regate endemoniado y, lo mejor, creatividad. Se le ocurren cosas. A veces, no todas buenas, porque es muy importante saber también lo que no hay que hacer, en un momento dado. Recuerdo que decía Cruyff de Zamorano que era el mejor delantero del mundo (en ese momento) porque jamás hacía lo que no sabía hacer. El problema de jugadores como Viera es que sí saben hacerlo, así que el temple está en saber cuándo no. Si tiene el día, nos da el ídem. Es un jugador similar a Aspas, gente distinta, única, gambeteadores de la calle, pero que se sienten mejor en su hábitat natural para dar lo mejor que tienen en sus botas. Mi respeto y mejores deseos, excepto para esta jornada.

Dorsal 18

Carlos Soler, por su parte, saldrá a dar otro clinic al Estadio de Gran Canaria, y si Jonathan Viera lleva en herencia el 21 de Juan Carlos Valerón, el valencianista lucirá el 18 de grandes e insignes futbolistas.. Mi número favorito, el que en pachangas de amiguetes siempre busco. En el Valencia el Kily González fue su portador honorario, pero mis recuerdos del número se deben a Roberto Baggio, el jugador que más me impactó en mi juventud, mi debilidad y en mi lista de top 3 de jugadores que más me han impresionado vistos con mis propios ojos. Aún recuerdo que en época de Paco Roig llegó a sonar como posible fichaje, durante sus diferencias con Fabio Capello en el Milan. Lo de los dorsales parece una tontería, pero no lo es. Este deporte no es baloncesto, ni fútbol americano. Un dorsal en la espalda es como un tatuaje para algunos: da fortaleza mental.

Números

El 18 lo lleva ese jugador que debería llevar el 10 pero que por hache o por be no se dan las circunstancias. En el caso del Baggio, porque arrastraba molestias históricas desde su lesión de ligamento cruzado en su juventud y fue perdiendo el 10 progresivamente. En el del valenciano, porque aún es pronto para llevar esa responsabilidad. Dicen que lo de los dorsales es tontería, pero durante mucho tiempo el 10 de sir Fernando Gómez Colomer no lo quería nadie y acabó en la espalda de Angulo (por otra parte, el jugador más laureado de la historia del club). Un equipo es como un ejército. Cada uno tiene su función, como las fichas del ajedrez. La demarcación marca el rango, y el número en la espalda a veces otorga galones. Por cierto, mi 9 a priori es Santi Mina. Veremos a ver qué pasa porque Simone Zaza viene como un tren de mercancías. Que pase. "¡Y también dos huevos duros!".

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