Cada noche, en el programa El Taller Deportivo de la 97.7 Ràdio debatimos sobre asuntos de la actualidad valencianista. Sacamos la caja de herramientas, nos manchamos las manos de grasa y tratamos de reparar las numerosas averías del equipo. Entre las incontables barbaridades que decimos cada noche, una de las clásicas viene motivada cuando miramos la clasificación y calculamos las opciones del equipo de salvarse -hasta hace una semana- y de llegar a Europa -tras las tres victorias consecutivas. El semperómetro, como mis compañeros de Taller han bautizado a esta herramienta, lo tengo mareado. Hay días que me salen las cuentas para alcanzar la séptima plaza y otros que lo veo imposible. Tienen que fallar mucho cinco equipos y que el Valencia haga un tramo final casi impecable. La carrerilla ya la lleva con los tres triunfos seguidos. Y motivación no debe faltar: entorpecer la llegada del Sevilla, la Real Sociedad y el Villarreal a la zona Champions, levantarle la Liga al Real Madrid, mejorar la remuneración que La Liga otorga en función de la clasificación final… Pero para mí, la máxima motivación es ver jugar al Valencia de Carlos Soler. Sin duda, ha sido la gran noticia de esta nefasta temporada. Y el culpable ha sido Voro.

Homenaje

Viendo las imágenes de la despedida de Monchi en el Pizjuán el pasado fin de semana, se me ocurrió que Voro merece un homenaje así en el último partido de Liga de esta temporada contra el Villarreal en Mestalla. Lo que ha conseguido este señor nunca se lo podremos acabar de agradecer. La vorágine del día a día nos impide reflexionar y analizar con detenimiento la importancia de la figura de Voro para evitar un descenso que estaba cantado. La espantada de Prandelli dejó al club muy tocado y al equipo con la etiqueta de claro candidato al descenso, y Voro no sólo ha conseguido el objetivo de la permanencia, sino que ha tenido el valor de apostar por jugadores como Carlos Soler y Toni Lato que ya son presente y pueden abanderar una etapa gloriosa en la historia del club. Siempre he dicho que Voro tiene crédito para equivocarse lo que quiera.

Me han parecido injustas muchas críticas que ha recibido por alguna de sus alineaciones o algún cambio. Pero es que encima el paso de los partidos le ha dado la razón. Su gestión de la crisis de Joao Cancelo ha sido ejemplar. Voro podría haber tomado la medida más popular y castigar a Cancelo con la grada en el partido siguiente a su afrenta en Mestalla. En cambio, el entrenador de l’Alcudia apostó por el portugués como titular cuatro días después y ante una afición todavía caliente por el agravio. Cancelo se lo agradeció -a Voro- con un partidazo que le permitió ganarse la ovación de Mestalla. Crisis zanjada en tiempo récord. Detalles como este permiten a Voro ganarse la posibilidad de seguir en el banquillo. Otra cosa diferente es que sea lo más conveniente para el club. Pero más idóneo que él difícilmente haya otro, y preparado está… Con independencia de lo que decidan Alexanko, Alemany, Lim o Mendes, ese homenaje a Voro, en el centro del campo de Mestalla, enfundado con la camiseta, dorsal 3 a la espalda, con toda la afición coreando su nombre se tiene que celebrar. Merecido.

Adéu, Chan

Layhoon Chan será lo que será, pero ante todo es una persona inteligente y se ha dado cuenta de que estaba de más, de que no pintaba nada en la nueva estructura que desde Singapur ha diseñado Peter Lim con la figura del director general, Mateu Alemany, como medio centro organizador. ¿Para qué seguir pasando vergüenza en cada acto con las peñas? ¿Para qué escuchar gritos en contra acusándole de mentirosa? ¿Para qué leer pancartas ofensivas hacia ella? ¿Para qué aprender castellano? ¿Para qué? Creo que la marcha de la presidenta puede resultar beneficiosa a corto plazo para el día a día. Representa un paso atrás de Meriton en la gestión diaria del club. Sólo el tiempo nos dirá si ha sido positiva la maniobra. El "no"» ya lo tenemos. Adéu, Chan...

Más artículos de oponión de Vicent Sempere, aquí.