Anil Murthy se ha convertido esta semana en el presidente número 35 del Valencia CF, y sus hombres (los jugadores) llegarán en las próximas semanas de manera gradual. No hay nada que decir sobre la marcha sorda de Lay Hoon y a la llegada sin fandangos del nuevo presidente, quien por cierto tiene un discurso redundante que me suena a dejà vu. Pero sí preocupa, y mucho, la capacidad del club para generar un estado de ánimo decente —no digo ya óptimo— en las perspectivas de cambios, o sea: fichajes y salidas de aquellos que no interesan. La semana ha sido nula en materia de ilusión. Poco a poco, el espíritu del ave fénix que invadía a la afición en su concepto del club, se va transformando en la sombra de una urraca. No huele a revolución. Huele a más de lo mismo.

Bye bye Enzo

Por ejemplo, la semana nos deja la venta de Enzo. Bueno, le llamamos venta por no llamarlo chollo (para el que se lo queda). Da la sensación de que River nos ha hecho un favor, y todo. Un tío que cuesta 25 millones, lo vendemos por dos y medio a donde él quería ir, que ha sido titular en casi todos los partidos que ha podido disputar, y que encima se va enfadado con el mundo, ¡hasta con su sombra! ¿Qué te pareix? Este tema me tiene totalmente ‘enmimismado’. ¡Para ese viaje no hacían falta alforjas! Ah, y leo por ahí que en el fondo nos hemos hecho un favor, que era un mal menor. Si es que somos unos hachas. La pregunta es si después de esta venta hay llamada desde la Limcueva al agente de marras para decirle: "Yeh, crack, vaya golazo me metiste. Como se repita te compra cromos Santa Rita". No caerá esa breva.

Disco rayado

Con lo fácil que sería poner por megafonía del estadio un disco por las mañanas, para probar sonido: "Me he equivocado. No volverá a ocurrir" a modo de minarete. Pero en vez de eso, el disco rayado es el de todas las entrevistas: "Hay que apretarse los machos. Tenemos que cumplir el Fair Play". Las prioridades están claras: la gente de Singapur no puede ver un descuadre en presupuestos. Esto son debe y haber contable, y pare usted de contar. Los sentimientos, cuando lleguemos a objetivos. El problema es que, en este loco mundo que es el fútbol, nadie hace eso, así que siempre nos quedaremos atrás. De todos modos, una cosa es la teoría, que me parece muy bien, y otra la práctica. Si te venden churros como si fuera oro, te pasarás la vida malvendiendo para conseguir lo imposible.

‘Nofichaje’

Ahora el discurso cambia de orientación. "Hay que sacar rendimiento a lo que tenemos". Eso ya se le pedía a Nuno. De ahí a ahora ha llovido mucho, lo suficiente como para saber que los fichajes eran un bluff. Ahora se empieza a leer la misma cantinela, así que todo da mucho miedito. También ha sido noticia el nofichaje de Albiol, quien tenía un precio bajito, tan bajito que, aparentemente, con la cantidad de la venta de Ryan habrían podido adquirirlo. Pero no hay posibles ni para pagar una sesión de fotos. A mí Albiol nunca me pareció la bomba… pero ahí está, en el Napoli, pegando duri. Y como nos falta un central (al menos), la pregunta es por cuánto creemos que vamos a encontrar al ‘cuatro’ definitivo. Si ya lo decía mi profesor de Sociales: "Ustedes quieren duros a cuatro pesetas". Falta añadir que luego compramos duros a cien.

Neto

La noticia que sopla viento a babor es el posible fichaje cierre del guardameta brasileño Neto, con quien sí parece que estamos por pagar lo que toca, que tampoco es mucho, para los precios que se mueven. Pero, principalmente, el chico tiene un curriculum envidiable, y una altura de aquí te espero. A Marcelino le gustan altos, eso es evidente. Lo bueno que tiene un portero alto es que llega a todas las esquinas, con la manopla abierta. Tengo gratos recuerdos de Zubizarreta haciendo paradones sin lanzarse al suelo, simplemente acuclillándose. Y, por lo que sea (vaya a saber usted) el brasileño prefiere jugar en el Valencia que en otros equipos, incluida la Premier, y por descontado la Vecchia Signora. La velocidad es lo único que hay que curiosear, porque condiciones y motivación están fuera de duda.

Maksimovic

Mientras tanto, como quien no quiere la cosa, se ha anunciado la llegada de Maksimovic, el fichaje ‘en diferido’ de García Pitarch, que lo cerró el pasado diciembre. El jugador serbio llega a coste cero, no se crean. Ofrece colocación, equilibrio, pase en profundidad y alguna llegada a gol, a tenor de los videos que se pueden olisquear en las redes. En el Astana no jugaba, desde que se negó a renovar, así que estará algo fuera de forma, seguramente, aunque con el sub’21 en las espaldas. La experiencia que da la edad no es viable, por lo que no nos queda que rendirnos ante su aparente calidad. Pero necesita una pretemporada de libro, a buen seguro. Todo esto no cambia lo que venimos hablando. No hay ‘titos’. Y nos da pavor pensar que todos los hombres del presidente puedan ser casi todos los hombres de la expresidenta. Los mismos. Con otras caras y otros nombres, pero los mismos.

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