El tema es sencillo y complicado a la vez. Tenemos un entrenador que sabe lo que se lleva entre manos y un máximo accionista que rara vez despega las manos para dar algo. Marcelino es un fichajazo. Sabe lo que quiere, sabe trabajar, sabe sacar partido a jugadores casi imposibles y encima debutó el pasado martes con goleada incluida. ¿Y Peter? Pues miren, si yo fuera Lim al margen de tener problemas con varias de mis inversiones y estar un poco con el agua al cuello haría caso a los que le visitan -Alemany y Murthy- y empezaría de alguna forma en empezar a darle cariño a Marcelino.

Lo anterior

Miren, yo puedo entender que Peter Lim esté agobiado por la ‘pasta’ pero bien haría en hacer caso a los que le visitan y me pondría las pilas para sacar al Valencia del atolladero en el que se encuentra. Marcelino es muy valido pero el equipo necesita con urgencia retoques para darle una consistencia fuerte y duradera. Lo que hemos visto hasta ahora es un solo partido ante un modesto saldado con una estupenda goleada -un cero a cinco tiene más efecto beneficioso neto para la plantilla que dos entrenamientos a pleno rendimiento- y muy escaso movimiento por parte del hombre de negocios que se enroló en el Valencia. Con Marcelino estamos en buen terreno... pero necesitamos a Peter Lim con urgencia.

Vamos Alemany

Estoy de lado de nuestro director general. Alemany no tiene prisa -eso afirma- en cerrar fichajes pero sí sabe que su principal fichaje o punto de partida pasa por Singapur. Y Alemany lo está haciendo bien en su labor. Implicado y tomando decisiones importantes. Y eso es vital para que este Valencia comience al final de las vacaciones de verano con un equipo medianamente correcto. No debemos variar el mensaje hacia Peter Lim. Marcelino vale. Alemany vale. Ahora solo falta que Peter Lim empiece a entender el fútbol de verdad.

El taller deportivo

Anoche lo pasé en grande escuchando a los cracks de ‘El Taller Deportivo’ en la 97.7 radio. Fue un homenaje en toda regla a la marcha de Aderllan Santos a Brasil. Programa especial y repleto de humor y buen rollo. Un 10. Y una sonrisa para siempre a Chema Mancha, Vicent Sempere y Ricardo Marí por sacarnos la alegría del fondo del armario. Programón estupendo y lleno de ingenio. Enhorabuena compañeros. Una iniciativa apasionante para todos... menos para Santos, claro.|

Más artículos de opinión de Vicente Bau, aquí.