Ha fichado por el Valencia. Su nombre es Luboslav Penev y es uno de los grandes ídolos de la historia del Valencia CF. Algunos, los más mayores, nos criamos a los pechos del gran Mario Alberto Kempes, pero esos que se enamoraron del fútbol y del conjunto valencianista años más tarde tienen un referente indiscutible en Lubo Penev. El búlgaro siempre fue un delantero creativo, con gol y con una personalidad en el vestuario que no se le escapaba a nadie. Lubo era Lubo. Y en aquella época, digo de los años noventa, decir Lubo en Mestalla era decir mucho.

La anécdota

Y un buen día sucedió lo inesperado. Era pretemporada, como ahora, y Guus Hiddink ocupaba el banquillo del equipo de Mestalla. Y sí, así, de golpe y porrazo, un día Hiddink decidió que la plantilla votara en secreto quién debía ser para cada uno su capitán del equipo. El brazalete, hasta ese momento, lo lucía siempre Fernando Gómez Colomer. Y hubo una votación secreta siguiendo las instrucciones del entonces entrenador del Valencia CF. ¿Y qué pasó? Pues pasó lo que todos sospechábamos que tenía que pasar, Fernando perdió su brazalete, que pasó a la manga de la camiseta de Lubo Penev.

Los rumores

Quién votó a quién lo dejo para los más estudiosos de la historia del Valencia CF. Solo les aseguro, porque yo estaba ahí delante mismo, que sí hubo votación por parte de la plantilla. Y lógicamente hubo rumores de todo tipo y condición. Pero lo que sí fue evidente es que un valenciano llamado Fernando Gómez Colomer perdió entonces su brazalete para entregárselo a un búlgaro. Los rumores no comprobados apuntaban a que Fernando en esa votación secreta sacó solo tres votos de toda la plantilla. Eloy, Voro y el propio Fernando, según cuentan algunas historias por confirmar, fueron los únicos jugadores que siguieron siendo fieles a su veterano capitán.

Y el regreso

Y sí, Lubo vuelve ahora a estar a las órdenes del Valencia. Regresa al Mestalleta, ni más ni menos. En Bulgaria lo fue todo pero ahora ha decidido embarcarse en la aventura de la Segunda División B española. Sorprende este cambio tan brusco en la trayectoria de un tipo tan singular y ambicioso como Lubo Penev. Pasar de ser un número uno en Bulgaria a ponerte al frente de un filial como el Mestalleta es un cambio significativo y algo brutal. Yo a Lubo le deseo toda la suerte del mundo. El tiempo dirá si es buen o mal entrenador. Ahora, eso sí, su fichaje ha sido bien recibido. Lubo, Lubo... gritaba la afición... pues eso.

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